Todo lo que se juega Benedetto: su futuro y algo más

Pipa volvería a ser titular este domingo en Boca ante Colón, en la fecha previa al superclásico.

Olé

Nadie pudo asegurar en estos últimos meses que Darío Benedetto vaya a quedarse en Boca después de este año y eso claramente tiene que ver con todo lo que vivió el plantel en general y Pipa en particular a partir de la eliminación de la Copa Libertadores ante Corinthians. Pero este domingo ante Colón en Santa Fe, el número 9 tendrá una nueva chance de enderezar su rumbo: volverá a ser titular justo en la previa del superclásico ante River.


Para Benedetto será increíblemente su segundo partido como titular en 45 días y el primero después de la pelea que tuvo con Carlos Zambrano en el entretiempo del encuentro ante Racing, la cual desnudó cierto malestar que hay en parte del plantel con él por su alto perfil (reclamos y quejas en medio de los encuentros) y que les valió a ambos una sanción de dos fechas impuesta por el Consejo de Fútbol.

La misma situación que vivió para el clásico en Avellaneda se repite ahora, como quien tiene una segunda oportunidad luego de haber desperdiciado la primera por terminar a las piñas. "La constancia y el sacrificio terminan siendo tu resultado final", dijo días atrás el goleador en sus redes sociales, como mensaje optimista para lo que viene.

Después de haberlo sentado en el banco frente a Atlético Tucumán, confirmando a Luis Vázquez como titular, el Negro probó a Pipa en el único ensayo de la semana, que fue el jueves en Casa Amarilla, como centro de un tridente que completaron Luca Langoni y Norberto Briasco. Y lo terminará de confirmar este sábado en los trabajos tácticos que habitualmente realiza en la última práctica antes de los partidos.

Benedetto no sólo jugó poco desde la eliminación con Corinthians, los tres penales errados en dos partidos y la picante arenga dirigida al Consejo de Fútbol, entre la lesión en un tobillo y la sanción, sino que tampoco pudo volver a convertir. De hecho, sus últimos goles fueron el 15 de junio cuando metió un doblete en la victoria 5-3 ante Tigre, antes incluso de la serie de octavos de la Libertadores. Desde entonces pasaron nueve partidos sin que pueda festejar. Como si estuviera bloqueado, trabado, sin poder salir adelante, atrapado en su peor sequía en el club.

Esta racha se contrapone con el comienzo de su segundo ciclo en Boca, a partir de su vuelta en enero de este año, cuando arrancó con 12 goles en sus primeros 19 partidos y entusiasmó a los hinchas, como si el tiempo no hubiera pasado desde su salida a mediados de 2019 para irse a probar suerte a Europa, primero en el Olympique de Marsella y luego al Elche.

La búsqueda de un nueve que encararon Riquelme y su Consejo cuando se lesionó Zeballos también llamó la atención. Porque sondearon a Gabriel Ávalos, Guido Carrillo y Roger Martínez pese a tener a Benedetto, lo cual sonó un poco a desilusión del nueve de jerarquía que volvió hace unos meses y otro poco a previsión en caso de que el ciclo se termine antes de lo previsto a fin de año.

Así como están las cosas, si es que él realmente quiere seguir en Boca en 2023, Benedetto deberá empezar a aprovechar las oportunidades y volver a tener peso dentro de la cancha. En el área, fundamentalmente. Y a la vez, encontrar su lugar en el plantel, dejando de forzar al límite su rol de líder y referente, discutiendo y peleando con rivales y compañeros.

"El liderazgo lo tiene que tener por lo que transmite adentro de la cancha. Le bajaría el perfil con esto de estar peleándose todo el tiempo porque se expone mucho. Le diría no exponerse tanto a confrontar con los demás", lo aconsejó tiempo atrás su ídolo Martín Palermo. 

En el Cementerio de los Elefantes, Pipa deberá demostrar que sus ganas están intactas para jugar este partido y también el que viene después, nada más y nada menos que el superclásico ante River en la Bombonera. Por su bien, para no dañar su buena imagen que construyó a fuerza de goles. Y por el de Boca, que se metió en la lucha por la punta

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