River, ante Barracas: ¿es mejor arriesgar o rotar?
Gallardo puede aprovechar para consolidar una base aunque cualquier imponderable significará una baja para el Súper.
OléCuando Marcelo Gallardo dijo que “estamos siempre en la búsqueda del equipo” después de la victoria ante Defensa, el deté de River abrió la puerta a potenciales modificaciones para seguir tonificando la estructura en pos de ganar mayor regularidad. Y entonces, consolidar la expectativa de pelear la Copa Argentina y la LPF.
Sin embargo, al momento de pensar la mejor formación, el Muñeco está sosteniendo una tendencia: la idea de quitarles referencias a los rivales modificando algunos apellidos o posiciones específicas de un partido a otro.
Con ese criterio ha sorprendido, por ejemplo, cuando reubicó en la cancha a Pablo Solari. Primero, respetándole el rol de extremo aunque cambiándolo de banda (ante Independiente y Newell’s jugó por la derecha; contra Arsenal pasó a la izquierda). Después, parándolo como segunda punta alternando sus zonas de acción. También alteró el mediocampo, resignando un hombre de juego (Quintero) para equilibrar con Aliendro ante Tigre, volvió a las bases ante Defensa aunque relegando a Palavecino (adentro JFQ, una de las figuras) y halló en De la Cruz un auxilio multipropósito.
Sin embargo, con Barracas Central como próximo rival aunque al mismo tiempo proyectando el superclásico del 11S, Gallardo tiene nuevamente dos desafíos: después de la victoria ante Defensa debe elegir si realiza cambios no sólo para desarticular la planificación de Rodolfo De Paoli sino además para dosificar los esfuerzos administrando los minutos de quienes más rodaje están teniendo en el combo doméstico Liga+Copa.
Porque después llegará Boca, una fecha a la que el deté dijo no prestarle atención aún por respeto a su próximo rival, aunque sí tiene una especial importancia por lo bisagra que puede resultar para el sprint final del torneo.
Desde ese lado, entonces, Gallardo debe enfocarse en diferentes posiciones. Con el cambio de arquero obligado (Centurión por Armani, desgarrado), debe decidir si se arriesga y para a Andrés Herrera, recién recuperado de una contusión en el empeine derecho, o le da minutos a Elías Gómez.
¿La zaga? No resultaría extraño que el Muñeco elija poner al dúo que tendrá acción ante Boca. Con Mammana en gran nivel, la definición pasará por saber si juega Paulo Díaz o Javier Pinola. Aun cuando David Martínez volvió a estar entre los citados, su presencia sólo se daría si el cuerpo técnico prefiere cuidar a alguno de los zagueros.
¿Y el medio? Con Enzo Pérez en alta exigencia, faltando sólo por molestias físicas, su titularidad dependerá exclusivamente de lo que Gallardo evalúe como necesario: si repetirlo con el riesgo de perderlo o preservarlo para que ingrese Bruno Zuculini. El resto de la conformación del medio estará atada a lo estratégico sin dejar de lado la parte física, a excepción que pueda sumar minutos algún rezagado (Simón o Barco) para darles descanso a De la Cruz o Aliendro.
Contemplando que necesita sostener un andamiaje para llegar con minutos y confianza a la Bombonera. Mientras que en ataque no sería extraño imaginar un nuevo cambio de 9 (Borja por Beltrán) para jugar junto a Solari. Y así moldear un equipo pensando en dos. Y si la búsqueda satisface, quizás en muchos más.