Potter no hechiza al Bridge

El nuevo entrenador del Chelsea se estrenó en Champions, pero no consiguió pasar del empate ante el RB Salzburgo. Okafor hizo añicos la ventaja de Sterling.

Guillermo Raimundo
As
Era el primer día de Potter, pero no hechizó a Stamford Bridge. Los blues se adelantaron con un gran gol de Sterling, parecían tener amarrada su primera victoria en Champions League, y sin embargo, se les volvió a atragantar con un gol de Okafor. Ni el mejor Cucurella consiguió abrir las costuras del RB Salzburgo, que aguantó y aguijoneó a los londinenses cerca del final. Todo en una noche marcada por el fallecimiento de la reina Isabel II, que fue homenajeada antes del partido con un minuto de silencio sepulcral, el ‘God Save the Queen’ y la presencia de dos guardias reales.

Potter lo siguió con atención, pero rápidamente se puso manos a la obra. Tenía mucho que demostrar y el Chelsea arriesgó en la salida de balón de Kepa, con una propuesta cuanto menos atrevida. Eso sirvió a Cucurella, que había empezado de central zurdo -pero acabó abarcando toda la banda-, para empezar a crecer en el juego y ser muy incisivo. Así pues, el carril izquierdo de los blues se estaba convirtiendo en una autopista de alta velocidad que surtía de balones a Aubameyang, al que le faltó olfato con tanta máscara. Y así pasó más de media hora, sin ocasiones claras, hasta que Cucurella volvió a subir el balón, que cayó a los pies de Mount, y el mediapunta perdonó con su volea.

La ocasión, sin embargo, despertó a los austriacos, que lejos de quedarse intimidados por el ambiente del Bridge, levantaron la cabeza, dieron con Sesko y se encontraron con la mejor respuesta de Kepa por abajo. El portero español fue de nuevo titular por la lesión de Mendy y dejó una parada soberbia al delantero del RB Salzburgo, pretendido por media Europa. Pero tampoco fue la noche de Sesko, que al poco de empezar la segunda mitad vio cómo Sterling adelantaba en el marcador al Chelsea.

Mount dejó correr el balón y el extremo inglés dibujó una parábola al segundo palo de Khön digna de un All Star, ahora que al presidente de los blues, Boehly, se le ha ocurrido proponerlo. Sterling celebraba, Potter más, y el Chelsea parecía carburar, por fin. Kovacic estaba dando otra clase maestra y entonces llegaron los cambios, que pretendían desacelerar el partido, a ratos, un correcalles. Sin embargo, un error puntual Thiago Silva, que se pasó de largo con una entrada, condenó a los londinenses. Okafor se aprovechó del fallo del Káiser e hizo el 1-1 dejando otra vez en silencio al Bridge.

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