Portugal gana, Cristiano sangra

La selección portuguesa hizo los deberes en la República Checa y llega líder a la última jornada. Dalot hizo un doblete. Bruno Fernandes y Jota completan la goleada.

Ignacio Camacho
As
Portugal no falló ante la República Checa como sí hizo España ante Suiza y llega a la última jornada como líder de grupo A2, por lo que depende de sí misma para terminar primera y le vale el empate en casa ante la selección de Luis Enrique, que deberá ganar sí o sí si quiere estar en la fase final de la Nations League 2022. Cristiano, como siempre, fue protagonista.

Y es que todos los balones buscaban en el área al delantero portugués. En 13 minutos, los portugueses habían metido seis centros esperando encontrar el remate del jugador del United, sediento de reivindicación. En el sexto, Cristiano fue con tanta decisión a un balón dividido que metió la cabeza donde otros la hubieran quitado al ver a Vaclick salir de puños. No hubo gol, ni penalti, pero sí fuera de juego y medio tabique roto. Cristiano regresó al césped con un apósito para tapar la hemorragia nasal, pero eso no le impidió jugar igual de impetuoso, la única forma en la que entiende el juego.

El resto de jugadores de Portugal cumplían su papel. Leão alborotaba por la izquierda, Carvalho paraba el tiempo y Bernardo y Bruno se movían entre líneas para hacerse invisibles. El dominio era casi total, aunque a veces Schick se asegurara de recordar al público que los checos también son peligrosos en área ajena. Pero en el enésimo centro que buscaba a Cristiano, el balón terminó en Leão, que vio llegar a Dalot desde atrás para que el lateral abriera el marcador. Justo antes del descanso, Bruno Fernandes metió más tierra de por medio tras rematar un centro de Rui Mario en el área chica. En el descuento también hubo tiempo para pitar una mano de VAR a Cristiano, aunque Schick no aprovechó el regalo y mando el balón a la grada.

Dalot sorprendió a todos cuando al comienzo de la segunda parte se disfrazó de Bernardo Silva y chutó con la izquierda a 20 metros del área cuando la jugada no pedía de imaginería necesariamente. Su disparo cogió una rosca perfecta que hizo inútil la estirada de Vaclick y dejaba sentenciado el partido a cuarenta minutos de transición en los que Cristiano intentó marcar desesperadamente y no lo consiguió, aunque logró asistir a Diogo Jota cuando el partido tocaba a su fin.

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