Modric acrecienta su leyenda
El jugador blanco abrió el marcador en la histórica victoria croata en Viena que les mete en su primera Final Four de la Nations League. La salida de Sosa inclinó el partido. La Austria de Rangnick baja.
El tobogán de emociones no le sentó bien a Croacia. En el 19′ perdió a Brozovic por problemas físicos y entró por él Majer, el héroe frente a Dinamarca. Pero el equipo no encajó bien el golpe. Dalic, preocupado por la malicia de Arnautovic, decidió no poner de inicio a Sutalo y recurrir al veterano Lovren. Pero al ariete del Bolonia poco le impresionó eso. Primero puso a prueba a Livakovic antes de sacar de cuadro a Lovren en el 23′ y armar una ofensiva que Baumgartner falló cuando el Prater ya cantaba el segundo. Sobre la pausa, el atacante pudo marcar si Livakovic no saca una mano prodigiosa, después de una pérdida mortal de Barisic. Arnautovic celebraba su récord, el de austriaco con más partidos en la historia de su selección (104), con otra clase magistral de temple y sentido del juego. Al descanso, las noticias desde Dinamarca eran las peores para un Dalic que se había equivocado también dejando a Sosa en el banquillo e inmovilizando así su sector izquierdo.
Rangnick reunía blindaje en el centro y Dalic ayudaba desatendiendo sus costados. Austria no sufría y Livakovic mantenía en el partido a los Vatreni. Una hora tardó en reaccionar el seleccionador croata y tuvo su premio. Precisamente Sosa desencadenó la tormenta. Armó un ataque por la izquierda, fijó y sirvió a Perisic dentro del área. El del Tottenham puso un centro templado para que Livaja en el segundo palo cabeceara a la red. Los casi 20.000 croatas hacían que Viena pareciera Zagreb. Rangnick, en el particular pulso de despropósitos, había retirado a Arnautovic y en el 72′ recibía el castigo definitivo. Sosa recibió un córner a la corta y su centro combado fue rematado por Lovren, ironías del destino, para hacer el 1-3. El central maltratado por el ariete austriaco ponía definitivamente a su selección en la Final Four. Rangnick no ha podido evitar el descenso de Austria. Modric, a sus 37 años, dirigió con maestria a su equipo frente a Dinamarca y marcó en el choque decisivo. Volverá a pelear con Croacia por un título.