Miles de personas hacen kilómetros de fila para despedir a la reina Isabel II
Un grupo de guardias en uniforme ceremonial están apostados alrededor del catafalco constantemente, una tarea presumiblemente agotadora que hizo que uno de ellos se desmayase la pasada noche.
La londinense Rupa Jones, de 43 años, que hizo siete horas de cola con su tía para ver a la reina, dijo a la AFP que la experiencia fue "sobrecogedora".
Harvey, un contable de 50 años, describió como una experiencia "increíblemente emocionante" pasar ante Isabel II, y dijo que mucha gente lloraba "pero en silencio total". Nadie saldrá de la visita con un selfi, porque el uso de celulares está prohibido en el interior del recinto.
Entre tanto, Carlos III vivía ayer su primer día sin compromisos oficiales desde que murió su madre, y pasará el día en su residencia campestre de Highgrove, tras unos primeros días de reinado que han dejado algún episodio de mal genio.
Así, unas imágenes le mostraban el martes perdiendo los nervios con una pluma utilizada para firmar en un libro de honor y que parecía perder tinta. "¡Oh, dios, lo odio! (...) No puedo soportar esa maldita cosa", exclamó el rey, alimentando una cierta fama de irascible.
La reina Isabel II será enterrada el lunes en una ceremonia privada en el castillo de Windsor, desveló ayer la Casa Real.