Mercedes aprende la lección

Shovlin, director de ingeniería de Brackley, reconoce que de cara a 2023 han trabajado “en muchas áreas para volver a una posición competitiva”, tras los errores del W13.

Carmen Ruiz
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Después de haberse disputado 16 grandes premios en lo que va de temporada, tan solo han sido cinco las citas en las que el W13 de Mercedes no ha visitado el podio. Se le sigue resistiendo el escalón más alto de todos pero sin ir más lejos, el monoplaza alemán tan solo se ha quedado sin representante en el cajón una vez más que el Ferrari. Y mientras que en Maranello se celebran estos resultados, en la fábrica de Brackley la frustración ocupó gran parte de la primera mitad de curso teniendo en cuenta que, todo aquello que no sea un dominio abrumador parecido al que exhibieron desde que comenzó la era híbrida, no es un buen resultado para ellos.

Siguen estando lejos de esa hegemonía ya que Red Bull ha llevado a cabo un relevo implacable, que en gran parte se ha visto favorecido por la confianza excesiva de Mercedes. Andrew Shovlin, director de ingeniería del equipo alemán, reconoce que fueron “demasiado optimistas en cuanto hasta dónde se podía llegar con el coche” de esta temporada y una vez llevada a cabo la autocrítica, el ingeniero británico cuenta sin dar demasiadas pistas la lección aprendida y el camino a seguir en el desarrollo de un W14 que ya está en marcha dentro de la fábrica alemana.

A pesar de que la manera en la que se entendió la nueva reglamentación en Brackley les ha pasado factura sobre el asfalto, “esas lecciones y ese aprendizaje son muy valiosos” y en Mercedes quieren mantener todo eso dentro del equipo. Shovlin cuenta que todo el proceso de recuperación de la escudería alemana durante este 2022 “ha sido un viaje muy interesante” pese a todos los problemas que surgieron, especialmente con el porpoising, pero ahora que el rebote ya es historia simplemente hay que focalizar el error y pensar en lo que está por venir: “El monoplaza que lanzamos tenía mucha carga aerodinámica cerca del suelo. El resto trató de hacer unos monoplazas que evitasen golpear el suelo, ya que pierdes una gran parte del agarre, y nosotros solo miramos de qué manera se equilibraba el coche con la velocidad, a través de los pasos por curva”.

Resultados “alentadores”

Mercedes se encontró con un conjunto de errores. “No solo errábamos en la carga aerodinámica, también estábamos atrasados en rendimiento”, admite un Shovlin que reconoce que “hay muchas áreas en las que hemos trabajado” pensando en la próxima temporada. El enfoque en Brackley cambió “relativamente pronto hacia uno de aprendizaje” que les asegure “volver a una posición competitiva el próximo año”. El ingeniero británico asegura que “las señales que hemos visto en las últimas seis o siete carreras han sido alentadoras”. Pero, ¿a qué señales se refiere? A los cinco de seis podios posibles que han llegado por parte de Russell o las tres visitas al cajón de Hamilton.

Es cierto que después de haber estado en lo más alto “no estamos donde nos gustaría estar”, admite Shovlin, “pero la dirección del viaje parece estar bien”. Qué pasará una vez comienza la próxima temporada solo se sabrá cuando los monoplazas de 2023 rueden sobre el asfalto, pero mientras desde Mercedes saben lo que tienen que hacer para volver a dominar la Fórmula 1: “Trabajar muy duro”.

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