Marcos Alonso entona el ‘mea culpa’

Un error suyo en la marca propició el gol de cabeza de Lucas Hernández. El internacional pidió disculpas por esta acción, pero los técnicos le disculparon, aplaudiendo su excelente partido.

Javier Miguel

As

Corría el minuto 50 cuando llegaba el primer lanzamiento de córner del Bayern. Todos los jugadores sabían perfectamente dónde tenían que colocarse, siguiendo las consignas marcadas por Sergio Alegre, mano derecha de Xavi, y complemento perfecto de Óscar Hernández. Sin embargo, un despiste de pocos segundos, fue suficiente para poner patas arriba toda la estrategia. Y es que Marcos Alonso debía fijar el palo corto y estar atento a las entradas de Lucas Hernández desde la segunda línea. Sin embargo, el internacional francés atacó como una exhalación el centro medido de Joshua Kimmich, rematando de cabeza sin apenas oposición, ante la salida a la desesperada de Ter Stegen.

Marcos Alonso rápidamente se dio cuenta del error que había cometido, regresando de sus pasos, cabizbajo, a la espera que el balón se sacara del centro. No recibió ningún reproche ni ninguna mala cara por parte de sus compañeros. No hacía falta porque él ya sabía que había cometido un error. El primero de todo el partido: hasta entonces estaba completando un encuentro sin mácula, excelente en tareas defensivas, frenando a Leroy Sané, y preciso a la hora de sacar el balón y dar profundidad por el carril izquierdo, combinando tanto con Pedri como con Dembélé. Afortunadamente, se repuso rápidamente de este error de bulto, manteniendo un nivel espectacular hasta el pitido final.

Sin embargo, la profesionalidad del internacional español no le impidió lamentarse al final del partido por esta acción, pero tanto los técnicos como los compañeros le quitaron hierro al asunto -lleva sólo dos semanas entrenándose con su nuevo equipo-, recordando además que era su primer partido como titular y que había salido del Allianz Arena con una nota altísima.

Eso no quiere decir que no se repasaran el día después del encuentro las dos acciones que acabaron en gol en contra. Pero en ningún caso se hizo sangre ni tampoco se buscó señalar a nadie, sino que se trató de un análisis didáctico en busca de corregir los errores de cara a los próximos partidos.