Manotazo del Valencia al Getafe
Los de Gattuso desdibujan al cuadro azulón con goles de Lato, Lino, Castillejo, Nico y Hugo Duro. Marcos André acaba en el hospital por un golpe en la cabeza.
Decía Gattuso en la previa que quería que el público se fuera contento a su casa por la victoria y no solo por el juego de los suyos, y sus pupilos lograron ambas cosas. La química con la grada es uno de los pluses que ha traído el italiano. Su Valencia plasmó con goles las buenas sensaciones que hasta la fecha transmitía.
Fue Lato, quien lucía brazalete de capitán tras la marcha de Soler y la ausencia de Gayà, el que abrió el marcador. Hacía dos años que el canterano no veía puerta y lo hizo de manera excelsa: recorte con la izquierda y zapatazo a la escuadra con la derecha. Su gol fue tremendo y su celebración, puro sentimiento.
Ese gol dejó en shock al Getafe, que ya no despertó, y alentó al Valencia, que tenía a Guillamón y Nico, en su estreno como titular, de directores de orquesta. Así, en pleno vendaval, llegó el tanto de Lino, que ejecutó a David Soria tras soberbia asistencia de Musah. Y apenas minuto después, Castillejo, tras error del meta azulón, potenciaba la algarabía de la grada y ponía la puntilla a los de Quique, que desde tribuna no daría crédito a lo que veía.
Quique trató de darle otro aire a su equipo con la entrada de Munir, Maksimovic y Gastón. Pero ni con esas. El Valencia, con paciencia en su creación y sin perder vez el colmillo, redondeó la manita por mediación de Hugo Duro, que lo celebró con la boca pequeña por respeto a su pasado, y Nico, de cabeza tras saque de córner.
Ni el gol de Gastón suavizó el manotazo que recibieron en Mestalla los azulones, un equipo desdibujado y sin identidad, al que el VAR le privó de maquillar el resultado instando a que Iglesias Villanueva rectificara su decisión de pitar penalti en un forcejeo de Foulquier con Iglesias. Por si fueran pocos males, Quique no podrá contar con Arambarri la próxima jornada, tras ser expulsado en el último segundo. Todo lo contrario que el Valencia, un equipo que se gustó de principio a fin, cuyos únicos grises fueron el golpe en la cabeza que recibió Marcos André (que le llevó al hospital) y la expulsión de Ilaix, que en su reestreno como che y en 17 minutos vio dos amarillas.