Lewandowski vivió una noche extraña en Múnich
En su regreso a casa, el polaco tuvo sensaciones contrastadas. Fue recibido con aplausos y abrazado por su ex compañeros, pero se marchó sin ver portería.
Pero aún faltaba encontrarse con sus ex compañeros en el túnel del vestuario. Aquí, todo fue cordialidad y abrazos, aunque extrañó un poco la frialdad con la que saludó a su amigo Thomas Müller, aunque aseguran que se debía todo a una broma entre los dos.
En el campo ya no hubo amigos, ni tampoco en las gradas. El delantero polaco fue sometido a un marcaje brutal por parte de Dayot Upamecano, que le dejó sin apenas ocasiones para ver puerta. Y en las pocas que tuvo, no contó con el acierto ni la suerte, porque el balón se fue siempre fuera del arco defendido por Neuer.
Al acabar el encuentro, Lewandowski volvió a abrazarse con sus ex compañeros, pero con un rostro muy distinto al de antes del partido, consciente que había desperdiciado una gran oportunidad para confirmar el regreso por la puerta grande del Barcelona en Europa.