Grimaldo despeja las dudas
El lateral español resolvió un partido que se le estaba complicando mucho al Benfica con una asistencia y un golazo. Rafa Silva dio una exhibición.
En los primeros veinte minutos, el Benfica no do opciones. Pero el problema es que tampoco ofreció ocasiones. Demasiados centros sin rematador y ninguna jugada clara hasta el minuto 30, cuando Rafa Silva tuvo la primera. Cohen le hizo un paradón en el mano a mano.
Entonces, el Maccabi Haifa reaccionó. Empezó a ganar protagonismo con balón y a amenazar la portería de Vlachodimos. Nada más salir del descanso, Pierrot tuvo una clarísima que no acertó a rematar, aunque es cierto que parecía fuera de juego. Para entonces, Schmidt ya había sustituido a Ramos por Musa. El joven portugués no había entrado en juego en la primera parte, ni en la creación de la jugada ni en la finalización. Y el equipo pedía un cambio.
Pero el gol llegó de las botas de Rafa Silva. Y de Grimaldo, con quien se entendió a la perfección para servirle un pase y correr a esperar el centro. El balón llegó y no falló. Cuatro minutos más tarde, Grimaldo mató el partido con un golazo de los que saldrán en todos los highlights de la temporada de la Champions.
A partir de entonces, el Benfica no sufrió (incluso tuvo alguna ocasión suelta para ampliar la ventaja) y el Maccabi Haifa apenas tenía argumentos para proponer algo. Estos treinta y cinco minutos restantes sirvieron para que las gradas se dieran cuenta de lo que ya sabían: Enzo Fernández es buenísimo (aún no sabe cómo no entró su disparo al palo en el 92′) y Rafa Silva su estrella. El portugués salió ovacionado cuando le sustituyeron.