El primer gol en la Liga Profesional de Ulises Ortegoza, que puede sacar al equipo millonario de la pelea por el título
En tiempo de descuento, el mediocampista nacido en San Nicolás recorrió casi toda la cancha para vencer a Ezequiel Centurión
La jugada se inicia en los puños de Guido Herrera, el arquero de la T. El propio Ortegoza rechaza y la pelota vuelve a caerle al mediocampista que había ingresado desde el banco de suplentes. Enfila hacia el arco de Ezequiel Centurión. Nadie lo marca. Redobla el paso. Se le acerca Agustín Palavecino y, con un toque de zurda, evita que le quiten la pelota. Relojea el arco. Ingresa al área y sigue avanzando. La defensa de River luce demasiado abierta. El jugador del equipo cordobés se la juega y remata. La pelota evita al reemplazante de Franco Armani, da en el poste y se introduce en el arco. Es el 1-0 de Talleres, dirigido por un ex River, Javier Gandolfi. Es, probablemente, el gol que saca al equipo millonario de la lucha por el título. Es, por supuesto, el gol más gritado en la carrera de Ortegoza.
El gol de Ulises Ortegoza que le dio la victoria a Talleres ante River
“Es una locura. No caigo”, dice el futbolista de Talleres luego del partido, en una entrevista con TNT Sports. Sonríe. Está feliz. “Es mi primer gol en primera y ante un equipo tan grande como River...”, se alegra. Y recuerda la maniobra del gol: “La jugada me fue llevando. Intenté trasladar la pelota. Llegué al área y no dudé”, describe. Y cuenta lo que le había dicho el entrenador antes de mandarlo a la cancha: “Me pidió que cuando tuviéramos la pelota me soltara. Es mi primer gol y llegó: veía de errar algunos, pero ahora estoy muy contento”, confiesa.
“El cambio de Ortegoza es por Oliva. Maneja muy bien las transiciones. Sabía que nos iba a dar ese plus en ataque. Pensaba que lo podíamos ganar de esa forma: es el primer cambio, y es para ir para adelante”, explica Gandolfi, el entrenador, acerca de la modificación que resultó decisiva en el marcador. La jugada del gol le da la razón: no sólo Ortegoza manejó muy bien esa transición, sino que corrió y corrió sin que nadie lo marcara. Tanto, que se la jugó y convirtió el único gol del partido.
Ese gol quiebra rachas: hacía 216 días que la T no ganaba como visitante. Y, además, Gandolfi tiene números estratosféricos: ganó más del 90% de los puntos en disputa. “Estoy disfrutando del camino. Ver la sonrisa en los chicos es muy gratificante”, dice Gandolfi en la conferencia de prensa post-partido. No tiene demasiado tiempo para disfrutar una victoria estupenda: se le viene Independiente por la Copa Argentina, un torneo que puede darle el pasaporte a la Copa Libertadores. Ni más ni menos. Pero entrega una frase final: “Un jugador con confianza te juega distinto a cuando no la tiene”.
Y ahí está la prueba: Ortegoza se tuvo fe al borde del área de River y se la jugó. Eso es, justamente, la confianza. El nicoleño habrá recordado sus partidos con la camiseta de Los Andes o de Gimnasia de Mendoza, sus clubes anteriores. Hoy, su nombre está en boca de todos. Un gol suyo le dio la victoria a Talleres. Su primer gol en primera división. Un sueño hecho realidad.