El empate lo devolvió a la cima, pero Atlético Tucumán ya no conduce en soledad
El Decano igualó 0 a 0 con Banfield, ahora comparte el primer puesto con Gimnasia y Esgrima La Plata, mientras lo acechan Huracán, Godoy Cruz, River, Boca y Racing
No se trataba de un juego más, la visita de Banfield resultó un desafío, un reto. Y los tucumanos demostraron carácter, aunque no les alcanzó para recuperar el liderazgo en la tabla de posiciones y recobrar la distancia con el Lobo, Huracán y Godoy Cruz. Tampoco para amortizar el empuje de River, Boca y Racing, los grandes que tomaron impulso y que con 10 fechas por delante pretenden ofrecer credenciales de candidatos.
Nueve fechas puntero, una estadística que refleja la campaña de Atlético Tucumán. El estadio José Fierro es una fortaleza, también una olla a presión, como ocurrió anoche. El Decano es el equipo que más puntos sumó en condición de local –21 unidades–, producto de seis triunfos y tres empates. Ese es uno de los pilares de la aventura. El presente de Banfield es opuesto: un éxito en los últimos once juegos –frente a Rosario Central–, los festejos son pequeñas licencias en una temporada en la que la Copa Argentina asoma como la mejor opción para oxigenarse entre tanta incertidumbre.
El dibujo de siempre (4-4-2), con los intérpretes que mayores dividendos logró en el recorrido empleó el director técnico Lucas Pusineri, que planificó un partido de largo aliento. La paciencia para romper la doble barricada defensiva que interpuso Banfield –cinco defensores, con Luciano Abecasis y Aarón Quirós cumpliendo la función de desandar el carril; tres volantes– debía ser una virtud para el Decano. Sin conexiones, los remates de media distancia se convirtieron en un argumento ofensivo: Ramiro Carrera y Joaquín Pereyra fueron los que más ensayaron, aunque la acción de riesgo que pudo romper el marcador la protagonizó Matías Orihuela: el lateral corrigió la trayectoria de un remate defectuoso y estrelló el balón en el poste derecho de Facundo Cambeses.
“No pudimos encontrar el gol y nos vamos con mucha bronca. Estamos bien, seguimos sin perder en casa, mantuvimos esa racha y ahora buscaremos recuperar esos puntos que no supimos sumar con San Lorenzo, de visitante”, comentó el capitán Guillermo Acosta, con un dejo de desilusión. “Nos faltó suerte, porque tuvimos oportunidades hasta en el último minuto. La figura fue el arquero rival, eso marca lo que provocó el equipo. El campeonato es largo, queda un montón y nosotros no nos queremos bajar de la lucha. Seguimos ahí arriba, hay que trabajar, ajustar algunos detalles que nos faltaron y empujar con el grupo. La idea de pelear el título está intacta”, manifestó el arquero Carlos Lampe.
Atlético Tucumán marcó lo bueno y lo malo: de un error de Martín Garay –pase atrás que Lampe controló con la mano, porque la pelota tenía destino de gol en contra–, Banfield descubrió un tiro libre indirecto dentro del área; Jesús Dátolo hizo explotar el balón en el travesaño. Fue lo mejor de un equipo que se posicionó para ser ordenado y espiar alguna falla del rival. “Veníamos de jugar Copa Argentina casi con los mismos futbolistas. Armamos una línea de tres, la primera vez en 21 partidos, y así diseñamos la parte ofensiva y defensiva en bloque”, comentó el entrenador Claudio Vivas, sobre cómo intentó incomodar a Atlético Tucumán.
El empuje fue la línea de ataque en el final del Decano, aunque no tuvo claridad para marcar la diferencia y ahora ya no conduce solo y observa la atropellada de River, Boca y Racing.