Detenido un hombre por apuntar con un arma cargada a la cabeza de Cristina Fernández de Kirchner

El atacante, de nacionalidad brasileña, se camufló entre la multitud frente al domicilio de la vicepresidenta para disparar contra ella

Mar Centenera, El País

Argentina ha vivido este jueves uno de los episodios más funestos de su democracia reciente. Un hombre armado ha intentado asesinar a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Poco después de las nueve de la noche, el atacante, de nacionalidad brasileña, apuntó con una pistola cargada en la cabeza de la expresidenta, mientras esta trataba de esquivar una multitud para entrar en su domicilio. El presidente, Alberto Fernández, confirmó que el arma estaba cargada con cinco balas, pero no funcionó. La imagen del hombre colocando la pistola frente a la cara de la vicepresidenta fue captada por las cámaras de televisión y ha dado la vuelta al mundo en cuestión de minutos y ha suscitado el repudio de los principales líderes de América Latina. El intento de magnicidio eleva al máximo la tensión en Argentina, que atraviesa uno de los momentos más complicados de los últimos años después de la petición de cárcel para Fernández de Kirchner y la división que ha generado en la sociedad.


El atentado se produjo a escasos metros del edificio de la expresidenta, en el lujoso barrio porteño de Recoleta, donde cientos de manifestantes se congregan desde hace días para respaldarla en medio de un juicio contra ella por presunta corrupción. El atacante ha sido identificado por la policía federal como Fernando Andre Sabag Montiel, brasileño de 34 años. Se camufló entre los militantes kirchneristas para poder llegar a Fernández de Kirchner cuando esta volvía a casa desde el Senado. Advertidos por los manifestantes, los custodios de la vicepresidenta la protegieron y arrinconaron al hombre armado. El detenido fue trasladado a una dependencia policial para llevar a cabo las correspondientes indagaciones, mientras se hace una pericia a la arma incautada. Se trata de una Bersa 380, una pistola semiautomática.

“Este hecho es de una enorme gravedad. Es el más grave que ha sucedido desde que hemos recuperado nuestra democracia”, dijo el presidente de Argentina, Alberto Fernández, en un mensaje grabado, emitido cerca de la medianoche. “Cristina permanece con vida porque por una razón, todavía no confirmada técnicamente, el arma, que contaba con cinco balas, no se disparó pese a haber sido gatillada”, detalló. El mandatario advirtió que “la paz social ha sido alterada” y llamó a no perder un minuto más para “desterrar la violencia y el odio del discurso político y mediático”. Fernández declaró feriado nacional este viernes para que el pueblo argentino pueda manifestarse en paz. A su vez, el gobernante Frente de Todos ha suspendido las actividades previstas para los próximos días, entre ellas el congreso del Partido Justicialista en el que iba a hablar Fernández de Kirchner.

El intento de asesinato ha tenido lugar después de casi dos semanas de creciente crispación política en Argentina. La petición de 12 años de cárcel contra Fernández de Kirchner realizada el pasado 22 de agosto por un fiscal en el juicio contra ella por presunta corrupción desencadenó una oleada de mensajes a favor y en contra de la vicepresidenta. Un grupo de antikirchneristas se acercó a su domicilio para insultarla y poco después, simpatizantes de la vicepresidenta se dirigieron hacia allí para expresarle su apoyo. Desde entonces, han mantenido una vigilia ininterrumpida frente a su casa al grito de “Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”. En vez de calmar las aguas, referentes políticos del Gobierno y la oposición se han enzarzado en duros cruces de acusaciones desde entonces.

Tregua política

El atentado ha puesto patas arriba la polarizada política argentina y ha provocado una tregua, que no se sabe cuánto durará. Todos los partidos políticos han repudiado lo ocurrido, al igual que líderes sociales y organizaciones de derechos humanos. No solo en Argentina se han hecho eco del intento de magnicidio. La impactante imagen del hombre apuntando a la cara de Cristina Fernández ha tenido eco mundial. En América Latina, los principales líderes progresistas de la región han condenado el intento de asesinato de la vicepresidenta argentina.

“Es un enorme grado de locura y odio lo que se trató de hacerle a la Vicepresidenta”, escribió en Twitter su hijo y diputado nacional, Máximo Kirchner. El parlamentario publicó también un comunicado de la coalición gobernante, el Frente de Todos, en el que destacan que “las incitaciones de vertidas desde distintos ámbitos de poder político, mediático y judicial contra ella generaron este clima de violencia extrema”.

El ministro de Economía, Sergio Massa, se expresó de manera similar: “Cuando el odio y la violencia se imponen sobre el debate de ideas, destruyen a las sociedades y se generan situaciones como la de hoy: un intento de magnicidio”.

Desde la oposición, el expresidente Mauricio Macri ha subrayado que “este gravísimo hecho exige un inmediato y profundo esclarecimiento por parte de la justicia y las fuerzas de seguridad”. Por su parte, el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, ha expresado su solidaridad con Fernández de Kirchner y ha pedido también el rápido esclarecimiento de lo ocurrido.

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