Denuncian el asesinato de una joven iraní que se convirtió en símbolo de las protestas contra el regimen
Hadith Najafi, de 20 años, recibió seis disparos en el marco de la represión contra las protestas que comenzaron con la muerte de Mahsa Amini, según difundió la agencia italiana ANSA
Hadith Najafi, de 20 años, se había hecho conocida luego de la difusión del video en la que, sin velo, se ata su cabello rubio antes de una manifestación.
La joven fue asesinada en Karaj, informó la agencia ANSA citando varias denuncias aparecidas en las redes sociales y, en particular, de la periodista iraní Masjh Alinejad, que en su perfil de Twitter reveló que “tenía solo 20 años y fue muerta con seis proyectiles en la ciudad de Karaj”.
Los reportes de prensa locales y difundidos por reconocidos activistas señalaron que la joven fue ejecutada en la ciudad ubicada a 20 kilómetros al oeste de Teherán, con tiros en la cara, el cuello, el pecho y una mano.
Además, también se difundió el video de su familia llorando en el funeral, donde recordaban el espíritu noble de Najafi y lo mucho que le gustaba bailar.
La represión y los enfrentamientos han dejado más de 40 muertos, según cifras de la prensa estatal, aunque los activistas señalan que la cifra real de víctimas fatales es mucho más alta.
El sábado por la noche hubo manifestaciones en varias ciudades del país, incluyendo la capital Teherán, en donde un video que se volvió viral mostraba a una mujer caminando en la calle con la cabeza descubierta y agitando su pañuelo, ignorando los estrictos códigos de vestimenta. En Irán, las mujeres deben cubrirse el pelo y el cuerpo hasta debajo de las rodillas y no deben llevar pantalones ajustados o con agujeros, entre otras cosas.
Las mayores protestas de Irán en casi tres años han sido lideradas por mujeres y desencadenadas no por las clásicas quejas políticas o económicas, sino por el enfado ante el estricto código de vestimenta basado en el género de la república islámica.
Las fuerzas de seguridad han disparado ráfagas de fuego real, según denuncian los grupos de derechos, mientras que los manifestantes han lanzado piedras, incendiado coches de policía, prendido fuego a edificios estatales y gritado “muerte al dictador”.
El régimen no ha dado señalas de diálogo ni apertura frente a las demandas. Este domingo, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, pidió a la policía actuar con “firmeza” ante las manifestaciones que sacuden el país.
Por su parte, el jefe de la judicatura iraní prometió no ser indulgente con los manifestantes. En su advertencia, el jefe de Gholamhossein Mohseni Ejei “subrayó la necesidad de actuar con decisión y sin indulgencia” contra los principales instigadores de los “disturbios”, según el sitio web Mizan Online de la judicatura.
Además, el régimen movilizó a sus simpatizantes en contramarchas en varias ciudades del país. Miles de manifestantes mostraron ejemplares del Corán, banderas iraníes y fotos de líder supremo, Ali Khameneí, en Teherán, donde marcharon al grito de “Muerte al alborotador” y “Muerte al sedicioso”.
No faltaron los habituales “Muerte a América” y “Muerte a Israel”, a quien se señala de estar tras las protestas. Además, mostraron su apoyo a las fuerzas del orden con lemas como “Policía, te apoyamos” y al líder con “Mientras corra sangre por nuestras venas, Khameneí es nuestro líder”.
Entre las medias para atajar las protestas se encuentran la cancelación de las clases presenciales en las universidade, la detención de periodistas y las restricciones de internet.
Las redes móviles están siendo cortadas por las tardes y noches para controlar las protestas, mientras que el internet fijo se encuentra muy ralentizado.