Camavinga no encuentra su sitio

El favorito al Golden Boy ha empezado el año de puntillas, más tímido y menos brillante. Su sinergia con Tchouameni no termina de ser fluida. Ancelotti sigue apostando por él.

Sergio López de Vicente
As
Algo falla en la ecuación, porque Camavinga no termina de ser el centrocampista fulgurante de la temporada pasada. Tras alzar la Decimocuarta, concedió una entrevista a Téléfoot en la que lanzó un alegato: “No me gusta no jugar, yo quiero jugar más. Pero vendrá de forma natural, mientras tanto, debo mejorar algunas cosas”. Y eso, tras haber disputado 1.700 minutos y levantado tres títulos (Liga, Champions y Supercopa de España). Lanzó el guante con contundencia y Ancelotti... lo recogió, demostrando en el arranque de este curso que de minutos va a ir sobrado. En los ocho partidos que se han disputado hasta el momento, siempre ha jugado: cuatro como titular y cuatro saliendo desde el banquillo. Es el 13º con más minutos de la actual plantilla (341′). Y, sin embargo, está pasando de puntillas.

Camavinga controla el balón ante el RB Leipzig.
Camavinga controla el balón ante el RB Leipzig.Soccrates ImagesGetty

Su última velada fue el pasado miércoles, en Champions, ante el RB Leipzig. Kroos recibió descanso y eso le abrió la puerta de la sala de máquinas, donde dirigió al equipo junto a Tchouameni y Modric. Pero su partido no fue el esperado. Estuvo acertado en la salida de balón (con un acierto de pases ligeramente por encima del 91%), pero mucho más errático cuando había que combinar en campo rival (el acierto se redujo, drásticamente, a casi el 80%). El propio Courtois, en zona mixta, señaló que ese había sido uno de los problemas del equipo: “No podemos fallar tantos pases como hemos hecho hoy, es algo que hay que corregir”. Y aunque la responsabilidad es compartida, sus seis balones perdidos (uno, casi, cada 10′), no apoyan enmienda alguna. En materia defensiva tampoco brilló: sólo un 50% de duelos ganados.

Estuvo gris, sin errores de bulto, pero lejos de su mejor versión. Y la mayor parte de las miradas apuntan a su sinergia con Tchouameni, pues no terminan de encajar. Será cuestión de tiempo (”según vaya conociendo más a sus compañeros, Aurélien irá a más”, dijo Ancelotti tras la visita a Glasgow), pero la sensación es que con Camavinga le está costando más que con otros como Modric, Kroos o Valverde. Sólo ha habido dos ocasiones en las que haya jugado sin su compatriota atrás: contra el Mallorca (4-1) y en los minutos finales del Celtic Park (0-3). Casualmente, sus dos mejores partidos; con la excepción del brillante canto coral en Balaídos. Ambos son el futuro del Madrid y están llamados a entenderse. Lo harán. Pero de momento, faltan tuercas por apretar.

Tchouameni y Camavinga, en el último entrenamiento antes de la Supercopa de Europa, en el Olímpico de Helsinki.
Tchouameni y Camavinga, en el último entrenamiento antes de la Supercopa de Europa, en el Olímpico de Helsinki.JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

Favorito

El máximo aspirante al Golden Boy, galardón que entrega Tuttosport cada temporada al mejor europeo menor de 21 años (y que nunca un jugador del Madrid ha ganado), está atravesando unas pequeñas turbulencias. Pese a ellas, sonrisa a medias: en las votaciones populares va segundo con un 17% de los votos, pero esto tiene ‘trampa’. El público está recompensando en masa al central del Bayer Leverkusen, Piero Hincapié, ya que existe otro premio a la par para el que recibe más votos populares, llamado ‘Web Golden Boy’, y desde hace meses existe una movilización mayúscula para que se lo lleve. Este 15 de octubre, la lista de 100 nombres habrá quedado reducida a 20 y ahí es donde los aficionados darán un paso atrás, pues la decisión final corresponderá a los votos de 40 medios deportivos internacionales. En sus redacciones, el nombre de Camavinga está resonando con fuerza. Va cogiendo color dorado.

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