Crisis política en Kenia: el Tribunal Supremo validó el triunfo electoral del vicepresidente William Ruto
El presidente electo, enemistado con el actual jefe de Estado Uhuru Kenyatta, asumirá el cargo el próximo 13 de septiembre
El Supremo, máxima estancia judicial de Kenia, rechazó los nueve recursos interpuestos contra el resultado electoral, incluido el más significativo: el presentado por su principal adversario, el ex primer ministro y líder de la oposición, Raila Odinga.
“Se desestiman los recursos de elección presidencial de 2022. Como consecuencia declaramos válida la elección del primer demandado (Ruto) como presidente electo, de conformidad con el artículo 143 de la Constitución”, afirmó la presidenta de la corte, Martha Koome.
“Esta es una decisión unánime del tribunal”, formado por siete jueces, subrayó Koome sobre un fallo que no admite apelación.
El pasado 15 de agosto, el presidente de la Comisión Electoral Independiente (IEBC), Wafula Chabukati, publicó los resultados de los comicios, que dieron el triunfo a Ruto, de 55 años, con el 50,49% de los votos.
Odinga, de 77 años y quien optaba por quinta vez a la Presidencia, recibió el 48,85% de los sufragios, pero tildó las cifras de “ilegales” y el 22 de agosto impugnó ante el Supremo el resultado para que la corte anulara los comicios, como ya hizo en 2017.
El anuncio de Chabukati se vio empañado por las declaraciones de cuatro de los siete comisionados de la IEBC, que cuestionaron los resultados al sostener que el recuento de votos resultó “opaco”.
Sin embargo, el Supremo no halló “pruebas creíbles” de que, como alegó Odinga, agentes extranjeros -incluidos tres venezolanos detenidos en Nairobi con material electoral antes de los comicios- penetraran los servidores de la IEBC para manipular los resultados.
Los jueces tampoco vieron evidencias que sustentaran las denuncias de los cuatro comisionados rebeldes de la IEBC, quienes abandonaron a Chabukati durante el anuncio de los resultados.
“¿Vamos a anular una elección sobre la base de una ruptura de última hora en la sala de juntas, cuyos detalles siguen siendo escasos y contradictorios? Esto no lo podemos hacer”, zanjó Koome al leer el veredicto, muy seguido en el país en calles, restaurantes y hoteles donde se emitió por televisión la sesión judicial.
Conocida la resolución del Supremo, Ruto será investido como nuevo jefe del Estado el 13 de septiembre, tras salir victorioso en su primer intento de alcanzar la Presidencia, y se convertirá en el quinto presidente de Kenia desde su independencia, en 1963.
Ruto sustituirá a Uhuru Kenyatta, que cumple el segundo y último mandato de cinco años permitido por la Constitución y apoyó a Odinga tras enemistarse en 2018 con su vicepresidente, que rechazó la tregua política acordada entonces por su jefe con el líder opositor.
En un mensaje dirigido a la nación después de conocerse la decisión judicial, el mandatario electo afirmó que el fallo confirma la “elección del pueblo de Kenia”.
“Estoy abrumado. Este es un día como ningún otro. Permítanme aprovechar esta oportunidad para dar gracias a Dios. Es Dios. Sin Él, no estaríamos aquí”, señaló Ruto, devoto cristiano, desde su residencia en el acaudalado barrio de Karen en Nairobi, donde prometió “trabajar duro” para responder a las “enormes expectativas” generadas.
Ruto ganó las elecciones tras una campaña en la que, apelando a sus orígenes humildes (aunque ahora es uno de los políticos más ricos de Kenia) y al mensaje de que Kenia es una “nación de buscavidas” (“A hustlers nation”), atrajo el voto de los más desfavorecidos en el contexto del encarecimiento del coste de la vida por la guerra en Ucrania, entre otros factores.
En este sentido, Ruto también planteó la contienda electoral como una pugna entre los “buscavidas”, aquellas personas de origen humilde que ascienden en la escala social a base de su esfuerzo, y las “dinastías” políticas que representan Kenyatta y Odinga, hijos del primer presidente y el primer vicepresidente del país, respectivamente.
Odinga, por su parte, aceptó a regañadientes el fallo del Supremo, que puede suponer el fin de una larga carrera para un hombre que fue preso político en los años ochenta del pasado siglo y luchó a favor del establecimiento de la democracia multipartita en 1991.
“Respetamos la opinión del Tribunal, a pesar de que disentimos de forma vehemente sobre su decisión”, afirmó en un comunicado el veterano líder opositor, quien ya alegó ser víctima de fraude en las elecciones de 2007, 2013 y 2017.
“Este juicio no es de ninguna manera el final de nuestro movimiento, que nos inspira a redoblar nuestros esfuerzos para transformar este país en una democracia próspera”, agregó Odinga.
Esta batalla legal había sumido a Kenia, aliado clave de Occidente en la convulsa región del Cuerno de África y sede regional de muchas empresas y organizaciones internacionales, en un periodo de incertidumbre y había desatado el temor a una repetición de la violencia que sacudió comicios anteriores.
Tras la derrota de Odinga por un margen estrecho en 2007, sus denuncias de presuntos fraudes desencadenaron una oleada de disturbios con tintes étnicos que dejó más de 1.100 muertos y 600.000 desplazados.
No obstante, el veredicto del Supremo fue saludado hoy con manifestaciones de júbilo de partidarios de Ruto en numerosos puntos del país, mientras la calma prevalecía en las calles de bastiones de Odinga como la ciudad de Kisumu (oeste).