Bailó Rodrygo

El brasileño dispara al Madrid en el derbi ante un Atlético con mucho corazón y poca cabeza. Hermoso marcó y fue expulsado, Valverde volvió a anotar.

Luis Nieto
As
En el derbi de Vinicius y João Félix acabó bailando Rodrygo, ese delantero ambulante que empieza a coger cuerpo de titular allá donde le pongan. Este Madrid invencible, que siempre encuentra a quién agarrarse, tiene muchas maneras de ganar: en el Metropolitano eligió una de las menos lucidas, la de la resistencia. Auxiliado por Courtois, aguantó a un Atlético motivadísimo y lo remató con sus galgos, Rodrygo, Vinicius y Valverde. Algunos le llaman oficio. Fue su noveno triunfo consecutivo del curso y el que le mantuvo en el liderato. El equipo de Simeone resultó todo corazón, pero, abandonado por João Félix y la puntería, no le alcanzó ni para empatar.

También a Ancelotti siempre le quedará París. Los mejores de mayo siguen pareciéndole los mejores en septiembre y con ellos (o con los que le quedan en este caso, tras la marcha de Casemiro y la baja de Benzema) va a los partidos de la verdad. Los mismos a las órdenes de los mismos, Kroos y Modric, que han perdido ya la cuenta de sus desembarcos en Normandía. Simeone guarda menos fidelidades, pero llegó a la misma conclusión que su colega italiano: los derbis están para tirar la casa por la ventana. Y eso en el Atleti es poner a Griezmann de titular, aunque signifique caminar sobre las brasas de su contrato de compraventa. El hombre de la última media hora en un proyecto de hora y media con la versión más ofensiva del equipo a su alrededor: Llorente como lateral derecho en una defensa de cuatro, De Paul como cuarto centrocampista y João Félix como pareja de ataque.

Así se sirvió este derbi pasadísimo de temperatura. A los 2′ Munuera Montero tuvo que templar a Simeone. A los 3′ se engancharon Valverde y Koke. El Madrid pretendía refrigerar el asunto desde una posesión sin más pretensiones. El Atlético, con una presión baja, procuraba penalizar cualquier pérdida blanca y se cernía sobre Tchouameni, el menos acostumbrado a calderas así. Estos eran los partidos de Casemiro.

A ese Atlético fogoso, con la bravura de su entrenador, no pudo pararle de salida el Madrid. Con braceo de naúfrago el equipo blanco fue salvándose sucesivamente de un cabezazo de Felipe, de un disparo de Carrasco desviado por Carvajal, de un remate semifallido de João Félix tras salida al vacío de Courtois, de un zurdazo lejanísimo de Kondogbia... Aquello era el mejor Atlético.

Samba para empezar

El Madrid es otra cosa. Lo suyo es una resurrección sostenida. Al borde de la zozobra, Valverde cruzó la línea enemiga abriendo gas. Aquello descolocó al Atlético y le dio un segundo de calma a Tchouameni para picar magníficamente el balón a Rodrygo. Felipe falló en el corte y el delantero blanco superó a Oblak. En el área pierde la timidez que le sobra fuera de ella. Rodrygo se fue al córner y ‘sambéo’ con Vinicius. Cada gol de uno u otro precede a un carnaval que el Metropolitano, como se esperaba, no toleró. Llovió metralla sobre el festejo.

0-1. Rodrygo marca el primer gol.
Rodrygo batió así a Oblak.JAVIER GANDULDIARIO AS

Ahí empezó otro partido, de dos sentidos, con Rodrygo, que no es un nueve canónico, sembrando el desconcierto entre los centrales atléticos. A Munuera, abajo, y a Iglesias, en Las Rozas, les faltó el valor para echar a Reinildo por una entrada peligrosísima, plancha por delante, al delantero brasileño. Luego Koke le despachó otra entrada naranja.

El equipo de Simeone mantuvo el entusiasmo, pero perdió el orden, error fatal ante un cazador paciente como el Madrid, que repitió gol antes del descanso. Una pared Vinicius-Modric lanzó al brasileño y ya nadie pudo cogerle. Mandó su remate al palo y Valverde impulsó el rechace a la red. El Pajarito lleva una semana de halcón mientras el Atlético lloraba las bajas de Savic y Giménez. Antes y después de ese segundo gol, el Madrid volvió a tirar de su comodín: Courtois. El belga paró un gran disparo de Griezmann y otro más cercano y menos colocado de Carrasco.

0-2. Federico Valverde marca el segundo gol.
Valverde fusila a Oblak para el 0-2.JAVIER GANDULDIARIO AS

Hermoso, cal y arena

Con la soga al cuello, el Atlético alzó su presión en busca de una recuperación más rápida, pero de salida no encontró rentabilidad porque se quedó corto en el último pase. Ahí supo cerrarse el Madrid, que administraba el resultado desde el toque y el quite sin otra amenaza que las contras inconclusas de Rodrygo y Vinicius, bajo arresto por un espléndido Llorente.

Este remate de Hermoso supuso el 1-2.

Este remate de Hermoso supuso el 1-2.J.J. GuillenEFE

A media hora del final Simeone sacó el parque de artillería, Cunha y Morata. Después entró Correa. El Atlético no encontraba otro camino que el córner para amenazar. Y en uno de ellos marcó de casualidad. Courtois repitió salida en falso, la pelota golpeó en el hombro de Mario Hermoso y se coló en la meta del Madrid. Lo que antes había buscado con sentido se lo encontraba el Atlético de rebote y se procuraba un final de esperanza, con la complicidad de un estadio absolutamente inocente en la derrota. En ese clima de sobreexcitación se fue a la calle Hermoso, el hombre de la de cal y la de arena, por un exceso de rigor de Munuera, el que le faltó antes con Reinildo. Y ahí, malhumorado, se le fue el derbi al Atlético que ya está a ocho puntos de un vecino mucho más resistente a la alta tensión.

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