Adiós a San Siro
Milan e Inter decidieron optar por la demolición total del histórico campo: a su lado, se construirá el nuevo estadio de ambos conjuntos de la ciudad.
La necesidad de garantizar un parque de al menos 50.000 metros cuadrados y menos edificios llevaron a la necesidad de derribar totalmente el Meazza, una medida que lleva años causando polémica. Durante la próxima semana empezará el debate público sobre el tema, que no será vinculante para los clubes. El alcalde, Beppe Sala, fue tajante: “A los que defienden San Siro les pregunto: ¿qué hacemos con él? No hay ideas para gestionar dos estadios”.
El objetivo de los clubes es conseguir todas las autorizaciones en 2023 y empezar las obras al principio de 2024. El Meazza como lo conocemos, entonces, seguirá intacto en 2026, cuando albergará la ceremonia inaugural de los juegos olímpicos de Invierno de Milán-Cortina, mientras que se despedirá de sus tifosi y del fútbol al final de la temporada 2026/27.
A partir de la siguiente, Milan e Inter quieren jugar en su nuevo campo y, a la vez, empezar la demolición de su histórico estadio. El proyecto, que incluye el parque, una doble torre de 17 plantas, un centro comercial, un centro de congresos y un museo del deporte, costará en torno a 1.200 millones.
