Vacunas y viruela del mono: ante la escasez mundial, ¿a quiénes y por qué se destinan las dosis disponibles?
Estados Unidos y Europa ya distribuyen la vacuna con restricciones y una “estrategia de anillo”, para grupos de riesgo. En la Argentina no hay inmunizaciones y, de necesitarlo, no se podría iniciar una campaña. La opinión de los expertos
Hoy el mundo suma más de 27.000 casos. Hace una semana, Estados Unidos, que suma 7500 casos, declaró oficialmente también a la enfermedad como emergencia de salud pública, liberando fondos para combatir el virus y amplificando su “estrategia de vacunación por anillos”, dada la escasez de dosis que tiene el país y el mundo respecto a esta nueva epidemia. Así, la viruela del mono se ha convertido rápidamente en una gran preocupación mundial.
“Sobre la viruela del mono, sigo preocupado por la escala y la propagación del virus. Las pruebas siguen siendo un desafío, y es muy probable que haya una cantidad significativa de casos que no se resuelvan”, afirmó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesu, que ya contabilizaba la enfermedad en 60 países. “Europa es el epicentro actual del brote, registrando más del 80% de los casos a nivel mundial. La OMS está trabajando con países y fabricantes de vacunas para coordinar el intercambio de vacunas contra la viruela símica, que son escasas. La organización también está trabajando con grupos para romper el estigma en torno al virus y difundir información para ayudar a proteger a las personas”, agregó el funcionario.
Tal como su prima, la viruela humana, que fue erradicada gracias a la vacunación, muchos se preguntan si ya están protegidos por haber recibido las vacunas contra la viruela, que fueron incluidas entre las inmunizaciones infantiles de rutina en EE.UU. hasta 1972 y en Argentina hasta 1980. La OMS declaró al mundo libre de viruela en 1980. “La vacunación contra la viruela puede protegerlo en aproximadamente un 85% de la infección por viruela del mono durante aproximadamente tres a cinco años”, precisó la OMS. “Después de ese tiempo, su capacidad para protegerlo contra infecciones disminuye, pero los expertos creen que aún protegería contra un estado de enfermedad grave”, agregó.
Si la viruela aún existiera hoy en día, aquellos que recibieron vacunas, incluida toda la generación del “baby boom”, podrían haber tenido que recibir un refuerzo contra la viruela. Pero la erradicación del virus lo ha hecho innecesario. “Desde que dejamos de vacunar contra la viruela hace décadas, no es del todo sorprendente para los epidemiólogos que tengamos un brote actual de viruela del mono porque desde entonces hemos tenido una población cada vez más susceptible”, afirman los expertos epidemiólogos.
“La vacunación masiva contra la viruela del mono no es necesaria, pero la Organización Mundial de la salud sí ha recomendado la vacunación post-exposición”, aseguró en rueda de prensa Rosamund Lewis, especialista en esta enfermedad de la agencia de la ONU. No obstante, Hans Kluge, director de la Organización para Europa, dijo que en otra rueda de prensa que las vacunas por sí solas no son suficientes para detener la epidemia y que los individuos que están en riesgo también tienen que tomar medidas.
¿Cómo es la vacuna contra la viruela del mono?
“Ya existe una vacuna aprobada por varios países para la prevención y el tratamiento de la viruela del mono. Se llama JYNNEOSTM, también conocida como Imvamune o Imvanex, la cual es producida por la farmacéutica danesa Bavarian Nordic”, explicó a Infobae Daniela Hozbor, especialista en vacunas. Asimismo, aseguró que “datos anteriores de su uso en África sugieren que es, al menos, 85% efectiva para prevenir la viruela del mono”. La además bioquímica e investigadora del Conicet, en el Instituto de Biotecnología y Biología Molecular de La Plata, agregó: “Existe una segunda vacuna contra la viruela, la ACAM2000, fabricada por Emergent Product Development. Según las autoridades sanitarias, ofrece cierta protección contra la viruela del mono. De hecho, esta vacuna fue la que se utilizó en un brote reportado en 2003 en EE.UU.”
Al tiempo que la OMS resaltó que “Imvamune, aprobada en 2019 para su uso en la prevención de la viruela del mono, aún no está ampliamente disponible”, al tiempo que resaltó que se encuentran “trabajando con el productor de la vacuna para mejorar su acceso”, y destacó: “Las personas que han sido vacunadas contra la viruela en el pasado también tendrán cierta protección”.
Hace dos semanas, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) recomendó extender el uso de una vacuna contra la viruela para combatir la propagación de la viruela del mono, que ya es utilizada en varios países en una estrategia llamada “vacunación por anillos”, que implica la aplicación de dos dosis con 40 días de intermedio para sectores clave como personal de salud, personas convivientes con infectados, personal de centros asistenciales y funcionarios sanitarios. La UE aprobó en 2013 la vacuna Imvanex, de la empresa danesa Bavarian Nordic, para prevenir la viruela. Ahora se extiende su utilización por su similitud con el virus de la viruela del mono. La OMS recomienda vacunar a las personas de mayor riesgo, así como a los trabajadores de la salud que puedan estar expuestos a la enfermedad.
Alrededor de 50.000 ciclos de la vacuna contra la viruela del mono Jynneos se han distribuido en algunos Estados y otras jurisdicciones de Estados Unidos, según datos publicados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. Un ciclo de Jynneos implica dos dosis con cuatro semanas de diferencia. Desde Estados Unidos anunciaron la semana pasada que la estrategia para distribuir vacunas contra la viruela del mono se centraría en áreas con las tasas de casos y un riesgo general más alto. El Distrito de Columbia tiene la mayor cantidad de casos notificados per cápita, por mucho, y ha recibido la mayor cantidad de dosis de vacunas per cápita, según muestran los nuevos datos del HHS.
“La capacidad de los laboratorios comerciales para evaluar la viruela del simio es un pilar clave en nuestra estrategia integral para combatir esta enfermedad”, dijo el miércoles la directora de los CDC, la doctora Rochelle Walensky. “Esto no solo aumentará la capacidad de prueba, sino que hará que sea más conveniente para los proveedores y los pacientes acceder a las pruebas mediante el uso de las relaciones existentes entre el proveedor y el laboratorio”, agregó la experta.
La semana pasada, el prestigioso epidemiólogo Anthony Fauci destacó: “La declaración de emergencia que realizó la OMS es muy importante para la comunidad. Todos entienden ahora los pasos que deben tomarse en los sistemas sanitarios de distintos países, que sirve por ejemplo para mover el dinero más fácilmente de un lugar a otro, donde se necesita. Con más de 26.000 casos a nivel global estamos viviendo una situación inédita. Lo que más sabemos de esta enfermedad es el acumulado de años en los países africanos donde la misma es endémica. Pero esto ha superado todo lo visto y se ha multiplicado en varias naciones”.
“Estamos frente a un panorama muy heterogéneo. Hay quienes tienen síntomas y se preocupan y quienes no. Hay quienes tienen acceso a un médico o tratamiento, y otros no. Uno puede tener síntomas leves o casi no molestos y hay quienes pueden tener viruela del mono con consecuencias más serias”, destacó el experto que pidió sostener todas las estrategias sanitarias en cuatro pilares para hacerle frente a esta epidemia: diagnóstico, vacunas, tratamiento y acceso a la comunidad.
Cuál es la situación en Argentina
“Las vacunas contra la viruela humana demuestran una efectividad del 85% contra esta enfermedad”, señaló el médico infectólogo Juan Carlos Cisneros y subdirector del Hospital Muñiz de la Ciudad de Buenos Aires.
Esta efectividad se debe a las proteínas en común que tienen ambos virus, que están muy emparentados, y por eso las vacunas pueden favorecer a que el sistema inmunitario sea capaz de protegerse. Sin embargo, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), “faltan datos de eficacia de esta vacuna contra la viruela de los monos en humanos”. “La última vacunación en Argentina fue entre 1974 y 1978, en 1980 desapareció la enfermedad en el mundo y no se ha vacunado a nadie más por eso la gran mayoría de la población y la población más expuesta, no la recibió”, dijo Cisneros.
Desde el Ministerio de Salud confirmaron que no existen vacunas disponibles por el momento contra la viruela del mono en Argentina. Si bien es cierto que no se sugiere una vacunación masiva, si se quisiera iniciar una vacunación por anillos o a grupos estratégicos no se podría hacer hoy en día.
Analía Rearte, explicó la semana pasada que -en Argentina- se diagnosticaron a la fecha 37 casos de viruela símica, de los cuales el 98,9% son varones jóvenes y la mayoría reportó haber tenido sexo con hombres. “Es importante entender que el contagio se produce a través del contacto físico con una persona infectada, no tiene que ver la orientación sexual o la identidad de género y esto es muy importante porque si no aquellas personas que no son hombres y tienen sexo con hombres van a pensar que no se pueden contagiar, y esto no es así”, sostuvo la Ministra de Salud, Carla Vizzotti.
En materia de diagnóstico, la funcionaria nacional recalcó que el Instituto ANLIS Malbrán realizó una capacitación a laboratorios de la provincia con el fin de descentralizar el diagnóstico, como parte del plan de acción del Ministerio de Salud para contener el brote, que incluye desde intensificar la vigilancia de casos y generar un grupo de trabajo para hacer un seguimiento. Y aclaró que en concordancia con el Grupo Estratégico Asesor de Expertos en Inmunizaciones (SAGE, OMS), la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn) no recomienda la vacunación masiva para prevenir la viruela del mono por falta de evidencia sobre efectividad de las vacunas en el uso real y por el recurso escaso.
¿Existen tratamientos para la viruela del mono?
“Los síntomas a menudo desaparecen solos sin necesidad de tratamiento”, destacó la OMS y agregó: “Es importante cuidar la erupción dejándola secar si es posible o de ser necesario cubrirla con un vendaje húmedo para proteger el área. Evite tocar cualquier llaga en la boca o los ojos. Se pueden usar enjuagues bucales y gotas para los ojos siempre que se eviten los productos que contienen cortisona”.
La viruela del mono o “ortopoxvirosis simia” es una enfermedad zoonótica viral considerada rara cuyo patógeno puede transmitirse del animal al hombre y viceversa. En los últimos meses ha habido una explosión de casos entre humanos. Fue descrita por primera vez en 1958, pero el primer caso en humanos se informó en 1970, en el Congo. Pese a que su nombre involucra a los simios, la mayoría de los animales susceptibles de contagiarse y propagar la patología son roedores, tales como lirones o los perros de las praderas. Generalmente, los brotes de esta enfermedad se centran en las selvas tropicales de África central y occidental.
¿Cuáles son los síntomas de la viruela del mono?
La OMS advirtió que, tras un periodo de incubación de entre 6 y 16 días (que puede variar entre 5 y 21), la infección se divide en dos periodos:
- Invasión (entre los días 0 y 5): caracterizado por fiebre, cefalea intensa, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), dolor lumbar, mialgias (dolores musculares) y astenia intensa (falta de energía)
- Erupción cutánea (entre 1 y 3 días después del inicio de la fiebre): aparecen distintas fases del exantema. En general, primero afecta al rostro y luego se extiende al resto del cuerpo, siendo que las regiones del cuerpo más afectadas son la cara (en el 95% de los casos), las palmas de las manos y las plantas de los pies (en el 75% de los casos). La evolución de esta suerte de ampollas avanza a maculopápulas (lesiones de base plana) a vesículas (ampollas llenas de líquido), pústulas y costras (tras unos 10 días), las cuales desaparecen por completo hasta 3 semanas más tarde.
Desde la OMS advirtieron que el número de lesiones varía desde unas pocas hasta varios miles, y afectan a las mucosas de la boca (70% de los casos), los genitales (30%), la conjuntiva palpebral (20%) y la córnea (globo ocular).
En cuanto a la duración de la enfermedad, la agencia sanitaria internacional aseguró que “los síntomas suelen durar entre dos y cuatro semanas y desaparecen por sí solos sin tratamiento”. “Si cree que sus síntomas podrían estar relacionados con la viruela del mono, contacte a su doctor inmediatamente. Si tuvo contacto cercano con alguien que tiene estos síntomas o sospecha que existe la posibilidad de estar infectado comuníquelo a su doctor”, señaló la OMS.