Una rara especie de tiburón fue hallada en Bélice: se cree que puede vivir hasta 400 años
Es el primer registro de este tipo de escualo, propio de las frías profundidades del Ártico, en la región del Caribe occidental
Un grupo de investigadores descubrió al raro “tiburón durmiente”, un animal de aguas profundas, en un arrecife de coral en Belice, de acuerdo a un estudio de la Universidad Internacional de Florida.
Si bien se desconoce la especie exacta del tiburón durmiente, los investigadores creen que “lo más probable es que sea un tiburón de Groenlandia, o un híbrido entre el tiburón de Groenlandia y el tiburón durmiente del Pacífico”, se lee en el estudio.
Es el primer registro de este tipo de tiburón en la región del Caribe occidental.
Los tiburones durmientes reciben su nombre por su comportamiento lento. Incluso en su entorno habitual de aguas profundas, nadan lentamente y gastan poca energía en cazar o buscar comida, a menudo atrapando a sus presas mientras duermen. Quizás el tiburón durmiente más conocido, el tiburón de Groenlandia, también puede ser uno de los animales más longevos del mundo, con una vida útil que se cree que se extiende hasta 400 años.
Su entorno natural está lejos de la actividad humana y nunca se han reportado ataques. Sus cuerpos también son normalmente tóxicos para los humanos, gracias a las adaptaciones que han hecho para sobrevivir en las profundidades, aunque los islandeses han descubierto una manera de comerlos de todos modos, y la carne curada de tiburón de Groenlandia es un manjar local.
Debido al gran tamaño del tiburón, los investigadores creen que capturaron un tiburón de Groenlandia o la descendencia híbrida de un tiburón de Groenlandia y una especie relacionada llamada Somniosus pacificus.
El avistamiento ocurrió este abril por investigadores de la Universidad Internacional de Florida.
Con la ayuda de los pescadores locales, habían estado tratando de marcar tiburones tigre en Glover’s Reef, un atolón de coral en Belice, cuando capturaron algo más: un pez grisáceo de ojos pequeños, de aproximadamente 3 metros de largo, sacado del lo más hondo. Cuando la bestia salió a la superficie, se movía con especial lentitud y era muy diferente a cualquier otro pez con el que el equipo se hubiera encontrado antes.
“Al principio, estaba seguro de que era algo más, como un tiburón de seis branquias que es bien conocido en aguas profundas de los arrecifes de coral”, dijo el candidato a doctorado Devanshi Kasana, del laboratorio de Ecología y Conservación de Depredadores de la FIU. “Sabía que era algo inusual y también lo sabían los pescadores, que nunca habían visto nada parecido en todos sus años combinados de pesca”.
Debido a las tormentas que se avecinaban y al no querer poner en peligro a la criatura, el grupo liberó rápidamente su captura, aunque no sin antes documentarlo. Tras consultar con otros expertos, pronto supusieron que se habían encontrado brevemente con un tiburón durmiente. Sus hallazgos fueron publicados este mes en Marine Biology.
Si bien el descubrimiento fue ciertamente inusual ya que estos tiburones viven en el Ártico, los científicos saben que pueden migrar. Este no ha sido el único avistamiento de la especie apareciendo en lugares extraños. Las criaturas han sido vistas en otras áreas del Caribe y los trópicos.
Sin embargo, este avistamiento fue particularmente inusual, ya que el equipo de pesca estaba mucho más cerca de la costa. Aunque debido a que el arrecife tiene aguas que llegan hasta los 2900 metros, existe una fuente plausible de temperaturas frías disponible para que estos tiburones vivan cómodamente.
Aún así, el hallazgo sugiere que esta especie puede estar distribuida en el mundo más de lo que los investigadores pensaban originalmente.
“Establecer la presencia de tiburones durmientes en esta área es quizás el primer paso para proteger a los tiburones durmientes a nivel regional. Sabemos mucho más sobre su biología y ecología desde los polos, pero será interesante ver cómo eso cambia en las latitudes más bajas, donde seguimos teniendo escasez de datos”, dijo Kasana a Newsweek. “Además, puede ayudarnos a comprender si se trata de una población regional o, de hecho, son individuos que se desplazan grandes distancias desde los polos hasta el ecuador. En última instancia, esto puede ayudar a orientar la gestión de los tiburones durmientes en los trópicos”.
El equipo planea continuar estudiando los peces de aguas profundas de Belice. Y aunque no necesariamente esperan volver a ver un tiburón durmiente, de ahora en adelante llevarán etiquetas especializadas para monitorear cualquier posible espécimen que encuentren, por si acaso.