Una defensa para una década

El cuarteto formado por Koundé (23), Araújo (23), Eric (21) y Balde (18), una media de 21,2 rejuvenece una defensa que hace poco lideraban Sergi Roberto (30), Alba (33) y Piqué (35).

Juan Jiménez
As
Los jugadores del Barça corrían como lobos este domingo a recuperar el balón cada vez que el Valladolid intentaba una transición. Se lo pueden permitir. Son extremadamente jóvenes. Xavi alineó una defensa casi para una década, con una media de 21,2 años de edad. Koundé y Araújo tienen 23; Eric, 21. Y Alejandro Balde, insultantemente joven, todavía no ha cumplido ni 19 años. Es algo más que un cambio de ciclo, un cambio de época. Sergi Roberto (30), Alba (33) y Piqué (35) empezaron la temporada pasada como titulares aún. Los tres, con una media de edad que casi llega a los 33 años comparada con esta exuberante que puede cuajar como defensa titular del Barça esta temporada.

De momento, en la defensa del Barça está mandando la meritocracia. Todo eran dudas respecto a Eric Garcia después de la temporada pasada y el central del Barça ha empezado a un nivel excepcional. Concentrado, velocísimo, con una excelente salida de balón, ha jugado los tres partidos como titular (todos los minutos) y va a más, dándole la razón, entre otros, a Luis Enrique (”no veo centrales mejores que Eric).

Araújo, por su parte, ha pasado casi por todos los puestos. Lateral derecho en el debut contra el Rayo, partido en el que sufrió en ataque; marcador en la línea de tres en el Reale Arena, y central derecho en el 4-3-3 en el partido ante el Valladolid. Su nivel físico y su entendimiento con Eric convencen a Xavi.

Koundé, el debutante, fue una de las sensaciones del partido ante el Valladolid. Aunque Xavi sabe positivamente que el francés no quiere jugar como lateral derecho, el ex del Sevilla se sacrificó mientras el club incorpora a algún futbolista en esa posición y estuvo fantástico. Ganó todos los duelos y se incorporó con mucho sentido al ataque. Se entendió con Raphinha y Pedri en ese triángulo de la zona derecha y eligió bien cuándo ir hacia arriba admitiendo que, en la otra banda, Balde vive en el campo del rival y debe estar atento para equilibrar la defensa. Luego, en la segunda parte, tuvo media hora para jugar en su posición preferida, la de central. Y hasta se permitió el lujo de salvar un gol, una acción que ya prodigó en el Sevilla incluso en partidos señalados.

“Si hablamos de meritocracia, es el momento de Balde”, dijo después del partido Xavi para explicar de manera sencilla cómo el futbolista, otra joya con sangre guineana como Ansu Fati (su padre, Saliu, es de Bissau; su madre, dominicana) se ha ganado la titularidad. Su despliegue físico es espectacular. Un martillo pilón que aparece una y otra vez por la izquierda y aprovecha cuando el extremo se mete por dentro para ganar la banda. Además, Balde está ganando, minuto a minuto, estabilidad defensiva. Si mejora las lagunas de concentración y se convierte en un jugador más consistente, puede empezar a ganar la batalla por la izquierda. De momento, ha conseguido que se hiciese muy difícil explicar que el Barça, a estas alturas del mercado, fichase un lateral izquierdo para hacerle competencia a Jordi Alba. Porque la competencia ya ha llegado y se llama Balde.

Entradas populares