Sergio Romero estuvo en el predio de Ezeiza y Juan Román Riquelme le acercó la propuesta para que sea el nuevo arquero de Boca
Tras los conflictos con Agustín Rossi, el Consejo de Fútbol actuó rápido y silencioso para seducir a un arquero que supo ser de selección; el lunes es el día límite para que puedan incorporarlo
Hace ocho días, cuando la bomba en Boca todavía no había detonado y aún se esperaba –con cierto optimismo- que Rossi contestara afirmativamente la propuesta del Consejo, Romero estaba cerca de Boca, pero a distancia: se entrenó en las instalaciones de Racing, club del que surgió. El rumor viene instalado hace semanas. Incluso, se podría decir que desde hace años siempre el arquero, hoy de 35 años, estuvo ligado a los deseos de Boca. Entonces, al tomar contacto con los medios nacionales desde Avellaneda, saltó rápidamente la curiosidad periodística de conocer si se había contactado con la entidad xeneize en medio de su búsqueda por encontrar un nuevo club en su carrera.
“No me llamaron. En su momento, sí me llamó directamente Guillermo (Barros Schelotto, entrenador desde 2016 hasta fines de 2018), pero era muy difícil llegar. Yo estaba en Manchester United con José Mourinho de entrenador, que me quería y me daba la posibilidad de jugar. En estos momentos, no se han comunicado conmigo... De hecho, Boca tiene un gran arquero hoy, como lo es Rossi. Siempre digo que ya soy grande y tengo mucha experiencia: no estoy para taparle el lugar a un chico que va en pleno crecimiento”, declaró convencido de lo que quería: continuar su carrera lejos de Argentina. “Gracias a Dios tengo propuestas en el exterior, que no he querido cerrar ninguna, simplemente, porque quiero terminar mi rehabilitación con mucha tranquilidad”.
Claro, todo cambia. Más en Boca, donde un día algo es de un color y al otro puede tomar otro tono. Así pasó con Rossi y el arco, si bien seguirá cuidándolo mañana ante Platense, evidentemente requería rápidamente el trabajo dirigencial para cerrar a un nuevo Nº1. Entonces, el exguardameta del seleccionado nacional tapará a un hombre que proyecta seguir creciendo, pero que tiene relaciones irrecuperables con Riquelme y compañía. Que está en el club, pero -a la vez- ya está afuera. También está la obviedad a la vista: luego de jornadas en las que se había rumoreado que podía ser apartado del grupo por la negativa a la propuesta de renovación del vínculo, la contratación de Romero ahorrará el trabajo y Rossi pasará a ser suplente, o tercer arquero, o cuarto... O entrenar y no atajar.
La noche en la que se convirtió en héroe
Poco debe interesarle a “Chiquito” la situación conflictiva de otra persona. Sí se pondrá adelante de Leandro Brey, la apuesta de 19 años que llegó desde Los Andes, hablan maravillas y se destaca en la reserva, ahora dirigida por Mariano Herrón. Aunque el suplente habitual del plantel profesional suele ser Javier García, también de 35 años. Por lo tanto, el panorama se alteró y el camino está libre. Tiene la propuesta en la mano tras haber estado en Ezeiza, aunque también el apuro de Boca: el lunes cierra el TMS en nuestro país y su llegada -o no- debe cerrarse antes de esas horas.
Incluso, se está dando la situación que alguna vez planteó cuando todavía era arquero del seleccionado albiceleste: “Mi prioridad para volver, como siempre dije, va a ser Racing: es el primer lugar que voy a pensar para volver. Ahora, si el arco de Racing está ocupado y está la posibilidad de ir a otro arco en el país, seguramente va a ser el de Boca. No creo que haya otro arco en Argentina al que vuelva”. Racing hoy no parece precisarlo por la cantidad y calidad de arqueros que ostenta. Por eso es que la oportunidad de llegar a la Ribera está más fuerte que nunca.
Claro que está el asterisco mencionado por el propio Romero. Evidentemente, de concretarse su incorporación, no está para ponerse los guantes y ya ser titular. ¿Por qué está haciendo una rehabilitación? Tal como relató él la semana pasada, durante sus últimos meses de su estadía en Venezia sufrió un golpe que lo llevó inmediatamente a cirugía en marzo: “Ya estoy en la última etapa de recuperación después del suceso que me tocó vivir: choqué con un compañero, se me desprendió un pedazo de cartílago de la rodilla derecha y tuvieron que hacerme una limpieza”.
Justamente, viene de estar el último año en la institución italiana, que terminó descendiendo a la Serie B. No está en su plenitud, claro está. Porque además de estos meses que debió alejarse de las canchas por la lesión, también estuvo lo previo a llegar a ese último club: la infinidad de veces en las que fue el arquero suplente en Manchester (donde estuvo seis años) y, una vez desvinculado del club inglés, otros cuatro meses sin atajar.
La Copa Libertadores 2023, además de ser una obsesión para Boca, puede ser el gran desafío de Sergio Romero para aceptar el ofrecimiento. El Consejo de Fútbol ya espera el “Sí”.