Sergio “Chiquito” Romero, nuevo arquero de Boca: Juan Román Riquelme logró un acuerdo por un viejo sueño
El conflicto por la renovación de Agustín Rossi aceleró los tiempos del Consejo de Fútbol, que buscó al ex Racing como un golpe de efecto; llega para ser titular e integrar la columna vertebral para pelear la Libertadores 2023
Todo se terminó resolviendo muy rápido. La primera aparición de Romero en los medios argentinos había sido hace 12 días, cuando en Boca todavía se esperaba –con cierto optimismo- que Agustín Rossi contestara afirmativamente la propuesta del Consejo para renovar el vínculo que vence en junio de 2023, Romero estaba cerca de Boca, pero a distancia: se entrenaba en las instalaciones de Racing (club en donde surgió), en el predio Tita. El rumor venía instalado hace semanas. Incluso, se podría decir que desde hace años siempre el arquero estuvo ligado a los deseos de Boca. Pero si Rossi hubiera aceptado la renovación... esto podría haberse dado en diciembre, por una venta de Rossi al exterior. O no se hubiera dado nunca, quizás.
Incluso el propio Romero había dicho hace unos años que “si no se daba su regreso a Racing, seguramente su vuelta a la Argentina podría ser en Boca”. Entonces, al tomar contacto con los medios nacionales desde Avellaneda, saltó rápidamente la curiosidad periodística de conocer si se había contactado con la entidad xeneize en medio de su búsqueda por encontrar un nuevo club en su carrera. Boca tenía tiempo para cerrar el pase hasta este lunes a las 20 horas.
El jueves el arquero estuvo en el predio que Boca tiene en Ezeiza, conociendo las instalaciones y charlando con Riquelme y los integrantes del Consejo de Fútbol. No sólo eso: también se llevó una carpeta con un borrador de un posible contrato. Se sabía que las voluntades del arquero era seguir jugando en Europa, pero algo cambió. A tal punto que volvió dos días después para seguir charlando sobre su posible arribo.
Romero es el tercer refuerzo de Boca en el actual mercado de pases, luego de las llegadas de Martín Payero y Facundo Roncaglia
Justamente antes que Rossi conteste negativamente sobre la extensión de su contrato con Boca, el propio Chiquito Romero había dicho luego de finalizar con un entrenamiento en el predio Tita: “No me llamaron de Boca. En su momento, sí me llamó directamente Guillermo (Barros Schelotto, entrenador desde 2016 hasta fines de 2018), pero era muy difícil llegar. Yo estaba en Manchester United con José Mourinho de entrenador, que me quería y me daba la posibilidad de jugar. En estos momentos, no se han comunicado conmigo... De hecho, Boca tiene un gran arquero hoy, como lo es Rossi. Siempre digo que ya soy grande y tengo mucha experiencia: no estoy para taparle el lugar a un chico que va en pleno crecimiento”, había declarado, apuntando a continuar su carrera lejos de Argentina. “Gracias a Dios tengo propuestas en el exterior, que no he querido cerrar ninguna, simplemente, porque quiero terminar mi rehabilitación con mucha tranquilidad”.
Desde lo institucional, en Boca se modificó la ecuación de continuidad. Como Rossi confirmó que rechazó el ofrecimiento de la dirigencia para extender su contrato más allá de julio de 2023, las oficinas empezaron a recalcular con la toma de decisiones. Porque, además, las negociaciones con Rossi fueron tirantes, como varias otras, pero en este caso hasta hubo fuego cruzado entre Jorge Amor Ameal, presidente xeneize, y el representante del arquero, Miguel Giménez.
¿Qué cambió en el escenario para Sergio Romero? Que Rossi decidió no renovar, por lo que ya dejaba de ser intocable para la dirigencia de Boca, y que en Racing no lo necesitaban ahora: Fernando Gago cuenta con el experimentado Gabriel Arias y Gastón Chila Gómez, que volvió a ser figura en el empate de este fin de semana con Barracas Central 0-0.
Este pase de Romero seguramente condicionará el futuro de Rossi dentro de Boca. Con Riquelme resolviendo la transferencia ahora, lo más probable es que la titularidad de Rossi tenga los días contados. Si bien el gran objetivo de Boca es la Copa Libertadores 2023, el entrenador interino Hugo Ibarra contaba en la actualidad con Rossi (fue titular ante Platense), además de Javier García, también de 35 años, y la joven promesa Leandro Brey, de 19 años, que se desempeña en la Reserva. La contratación apunta a que Romero sea titular.
Romero es un arquero consagrado en la selección argentina, en donde atajó en 196 partidos. Fue subcampeón del Mundo en Brasil 2014 y dejó una muy buena imagen desde que dio sus primeros pasos con la camiseta celeste y blanca, allá por el Sub 20 que disputó el Sudamericano de Paraguay 2007 y que luego ganaría el Mundial de la categoría en Canadá, ese mismo año. En los penales ante Países Bajos en el Mundial de 2014 se destacó para que la selección de Alejandro Sabella llegue a la final. Y tuvo repercusión mundial la arenga de Javier Mascherano en la previa, cuando motivó al arquero con la frase: “Hoy te convertís en héroe”. Chiquito no falló: le tapó los penales a Ron Vlaar y a Wesley Sneijder y la selección llegó a la final de un Mundial luego de Italia 90.
Todo esto se da en un contexto en el que Riquelme y el Consejo estaban frustrados por la negativa del Edinson Cavani para ser refuerzo. El propio delantero uruguayo había reactivado las negociaciones el viernes pasado al mediodía, pero este domingo rechazó su pase a Boca.
La gente de Boca había estado expectante en la Bombonera: antes, durante y luego del triunfo ante Platense por 2-1, por la fecha 12 de la Liga Profesional de Fútbol, en la que el equipo de Ibarra festejó por los goles de Oscar Romero. Estaba la ilusión por Cavani y en menor medida por Sergio Romero. Hace muchos años que Chiquito se había alejado del calor del fútbol argentino. Ahora, a los 35 años, tendrá un desafío mayúsculo.