Serena Williams se despide entre lágrimas de Toronto

La estadounidense, que ha anunciado que dejará pronto el tenis (probablemente tras el US Open), perdió en segunda ronda contra la suiza Bencic.

Nacho Albarrán
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Diez participaciones, con tres títulos (2001, 2011 y 2011) y otras dos finales (2000 y 2019) resumen una pequeña parte, la acontecida en Toronto, de la enorme carrera de Serena Williams, que va por los 27 años, desde su debut como profesional en Quebec City, cuando se presentó en sociedad sin ranking y con una invitación en 1995. Perdió en la primera ronda de la previa, una derrota que sin duda no reflejó lo que ocurriría después: 833 victorias y 73 títulos, 23 de ellos de Gran Slam. Una vez anunciada su intención de retirarse, probablemente tras el US Open, cada torneo es una despedida para la ex número uno del mundo, y ya no jugará muchos. La estadounidense, cerca de cumplir 41 años, dijo adiós entre lágrimas después de caer en la segunda ronda del WTA 1.000 de Canadá, contra la suiza Belinda Bencic por 6-2 y 6-4 en 87 minutos. Un final prácticamente inevitable, porque ya no puede competir con garantías contra las mejores del mundo, a las que ganaba hace cinco años con total superioridad.

De hecho, a Bencic la había superado de camino a su último trofeo en un major, el Open de Australia de 2017. Pero esta vez, la helvética no se dejó sorprender ni sobrecoger sobre el momento histórico que supuso el último partido de Serena en el evento norteamericano.

“He experimentado un montón de emociones porque adoro jugar aquí. Me hubiera gustado hacerlo mejor, pero no he jugado muy bien hoy después de pasar 24 horas muy interesantes. Soy terrible para las despedidas, pero os quiero, adiós, Toronto”, dijo conteniendo unas lágrimas que brotaron ante la visión de decenas de pancartas de apoyo, palabras de cariño y aplausos, muchos aplausos. Se fue con un ramo de flores y un cuadro que recuerda su paso por la competición. Y con una camiseta conmemorativa de los Toronto Raptors de la NBA y otra de los 22 años de su presencia en Canadá, entre la capital de Ontario y Montreal, bajo el brazo. “Gracias desde el fondo de mi corazón, por la alegría de haber jugado aquí todos estos años”, añadió.

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