Rüdiger vale para todo
Rüdiger fue fichado como central, se estrenó en pretemporada como lateral izquierdo y debutó en partido oficial... en la derecha.
“No estoy loco, y él es muy inteligente. En esa posición puede jugar”. El de Reggiolo explicaba así su apuesta por el berlinés como ‘3′. “No quiero cambiar la pareja del año pasado”, añadió. Militao y Alaba le llevaron a levantar la Decimocuarta en París y lo que funciona no se toca, debe pensar. Los hechos refutan la decisión: el austríaco abrió el marcador ante el Eintracht y el brasileño estuvo imperial al corte, claves ambos en la conquista de la Supercopa. Ese “hay que tener en cuenta a los que ganaron la Champions”, deslizado por Ancelotti, es una losa para los nuevos. Aunque Rüdiger cuenta con la ventaja de los múltiples registros que puede interpretar.
Tiene buen trato de balón (sólo Rodri y Modric dieron más pases que él en la última Champions), es rápido (el curso pasado fue el más veloz de la Premier, alcanzando los 36,7 km/h), expeditivo al corte y no teme incorporarse al ataque. En Londres ya lo hacía, sus zapatazos de larga distancia, con mayor o menor tino, eran marca de la casa. Cualidades que dibujan un camino hacia los minutos que quizá no esperaba cuando estampó la firma en su nuevo contrato. En su primer Clásico estuvo sólido, se las tuvo tiesas con Araújo y llevó la voz cantante en una tangana que quitó la etiqueta de amistoso al enfrentamiento. No desentonó en la izquierda a pesar de ser diestro, como tampoco lo ha hecho en la derecha cuando su técnico ha requerido de sus servicios en el carril del ‘2′.
Regreso al pasado
En la Supercopa apenas tuvo tiempo de enseñar sus cartas, pero su ingreso en el 85′ por Carvajal es una declaración de intenciones de un Ancelotti que dejó en el banquillo a Lucas, habitual suplente del leganense. Supone un regreso al pasado para La Roca germana. En sus inicios en el Stuttgart aparecía ahí de manera esporádica y Luciano Spalleti le utilizó con relativa asiduidad en la 2016-17 (once partidos), cuando aún se curtía en la Roma. En el Chelsea fue central, tanto cuando su participación era irregular (con Lampard) como al convertirse en una vertebra indispensable para ganar la Champions (con Tuchel).
Aunque su disposición en la línea de tres centrales era la izquierda, con Christensen en el medio y Thiago Silva a la derecha. Como lateral izquierdo ha aparecido apenas en dos ocasiones en su carrera en partido oficial, pero su experiencia como zaguero zurdo muestra que no le es ajeno defender, y proyectarse en ataque cuando es necesario, a pierna cambiada. Rüdiger aparece como el recambio de todos en defensa, su siguiente paso es ganarse el estatus de titular.
La congestión a la que está sometido el calendario blanco este curso será un apoyo importante para que los aspirantes al once se ganen el beneplácito de su técnico. Una temporada con más de 60 partidos y seis, ahora cinco, títulos en juego que aparece con un Mundial trufado entre noviembre y diciembre. “Este año sí, vamos a rotar un poco más”, confesaba Ancelotti tras ganar la Supercopa en rueda de prensa. “Próximamente los que no han jugado hoy, lo harán. El domingo refrescaré algo al equipo”, anticipaba en la flash interview instantes antes. El Almería es la siguiente piedra de toque. Veremos en qué demarcaci