Rosario Central le ganó a Barracas Central: otro partido polémico con el equipo de Chiqui Tapia y el triple grito de Tevez
En Arroyito, el Canalla, dirigido por Apache, se impuso por 3 a 1, aunque las polémicas fueron lo excluyente; ¿por qué fue expulsado Tanlongo?
Este sábado no fue la excepción. Durante el encuentro que Rosario Central se impuso por 3 a 1, volvieron las controversias. La mano del VAR en los dos primeros goles y, sobre todo, una expulsión. La de Mateo Tanlongo, de 19 años, un volante que vio la roja a los 40 minutos del primer tiempo. Apache, el entrenador del coloso rosarino, no fue ajeno.
Carlos Tevez explotó de bronca ante la decisión del árbitro Andrés Merlos cuando tomó la polémica decisión. ¿Qué pasó? La situación se dio cuando el mediocampista del club rosarino intentó despejar una pelota y, al trastabillar, impactó sobre la pierna de Facundo Mater, más allá de la intención, ya que fue imposible evitar el golpe. Merlos cobró la infracción y amonestó a Tanlongo.
Como suele ocurrir en otros casos, desde el VAR invitaron a que Merlos revisara la jugada; al tomar nota de que la acción de Tanlongo presentó fuerza excesiva y podría derivar en una sanción mayor. El árbitro se acercó al monitor, vio la jugada y decidió expulsar al futbolista. Los hinchas estallaron en furia. Y durante buena parte del espectáculo, arrojaron proyectiles sobre el campo de juego.
El cuarto árbitro intentó calmar a Tevez, que estaba fuera de sí: “¡Se estaba cayendo para atrás, dejate de joder!”. El Apache no aceptaba las explicaciones: “¿Para qué me venís a hablar?”. Preguntas y respuestas al aire. Siempre al borde de la línea de juego.
Al margen de la expulsión de Tanlongo a instancias del VAR, la bronca de Rosario Central con el arbitraje comenzó poco antes, a los 20 minutos, en el empate de Cristian Colmán para Barracas Central. Es que, al momento de partir el centro que acabó en la conquista del delantero, parecía estar levemente adelantado, aunque las líneas del VAR lo marcan detrás de la línea del último defensor rosarino.
Según se pudo ver, la posición de la rodilla y el hombro del paraguayo despertaron la bronca del equipo rosarino, aunque la jugada fue milimétrica. Es que con Barracas Central, todo puede ocurrir. Es una sensación instalada en el inconsciente colectivo futbolero doméstico.
Antes y después, Central fue superior. Con 11 y con 10. Del tanto de Frías a los gritos de Véliz e Infantino. Chicos de 18, 19, 20 años. El futuro.