Patronato dio vuelta el resultado, le ganó a San Lorenzo y su ilusión de salvarse del descenso tiene cada vez más argumentos

El equipo de Facundo Sava se impuso por 3-2, luego de ir perdiendo desde el inicio

De cara a este duelo el Ciclón pisó el suelo entrerriano con una racha de seis encuentros sin derrotas. En tanto que Patronato arribaba a este compromiso en un gran momento. En su anterior partido en casa había goleado a Boca, mientras que esta semana eliminó a Gimnasia y Esgrima La Plata y se clasificó a los cuartos de final de la Copa Argentina. Este viernes fue de menor a mayor y confirmó su buen andar.

El festejo de Vombergar, autor del primer gol de la noche
El festejo de Vombergar, autor del primer gol de la nocheFOTOBAIRES/Juan Jose Garcia

El partido comenzó de ida y vuelta y con mucha circulación en el mediocampo. En franco ataque, el Ciclón se puso en ventaja a los 11 minutos. Ezequiel Cerutti y Agustín Martegani enhebraron una gran jugada colectiva y Andrés Vombergar la empujó al gol. Conducción, velocidad y estética en el segundo grito del delantero argentino-esloveno con la camiseta azulgrana. A partir de ahí el juego fue cortado, friccionado y con infracciones. A falta de prolijidad, ambos recurrían a la pierna fuerte. Patronato no hacía pie en la mitad de la cancha y los de Boedo se apoyaban en el pie zurdo de Martegani, de lo más destacado en la primera parte. Por su destreza técnica, a su alrededor su equipo se envalentonaba.

El conjunto local todavía no empezaba a jugar. Sin la pelota y sin los recursos adecuados para conseguirla. Mientras, los dirigidos por Insua, bien agrupados, generaban situaciones. Cerutti contó con la oportunidad de ampliar el tanteador tras un pase de Vombergar, pero su disparo se fue desviado. Sin embargo, en el cierre del primer tiempo, los locales empataron gracias a Lucas Kruspzky. En su primera acción de riesgo y tras una jugada de arco a arco. San Lorenzo pagó cara su desatención.

Patronato, una caravana de celebración
Patronato, una caravana de celebraciónFOTOBAIRES/Juan Jose Garcia

Si el fútbol es un deporte con un importante componente mental, esto quedó exhibido en el arranque de la segunda mitad. Facundo Sava decidió tres cambios y rápidamente todos participaron del segundo gol: Facundo Cobos, Justo Giani y Marcelo Estigarribia, quien desató la locura en Paraná cuando iban apenas 28 segundos. Otra vez con San Lorenzo dormido, a los 3 minutos, Estigarribia mandó un centro atrás y Giani definió de taco, con una sutileza: un lujo que culminó un golazo. Un nuevo golpe de efecto.

Para el Ciclón, un par de mazazos difíciles de asimilar. Aunque contó con una pizca de fortuna cuando Nicolás Castro metió un gol en contra con un cabezazo por encima de Facundo Altamirano. Hubo emoción, dinámica e intensidad hasta el desenlace. El juego fue abierto y de ida y vuelta. En el epílogo, Altamirano le sacó el empate a Bareiro con una atajada fabulosa. Este San Lorenzo no será un cúmulo de virtudes, pero sí se le pueden reconocer el coraje y su espíritu de lucha. Patronato, del otro lado, goza a lo grande: en su cancha, en este torneo, le marcó tres goles a Boca, Independiente y el Ciclón. Y les ganó.

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