Mucho Villarreal para el Pucela

Dos golazos de Baena y uno de Jackson sentenciaron en el reestreno del Real Valladolid en Primera División.

Ignacio Bailador
As
El Villarreal demostró que está en el palco de los grandes. Dominó gran parte del encuentro y lució una efectividad en la segunda parte que no tuvo un Real Valladolid más acogotado que careció de fortuna para estrenar su marcador en esta temporada.

La primera parte fue del Villarreal con más dominio y presión que oportunidades. De hecho hasta los últimos 10 minutos no hubo demasiada emoción porque el Real Valladolid quería salir valiente, pero no lograba la precisión necesaria ante la presión amarilla que, sin embargo, no acertaba tampoco a generar claras ocasiones de gol. Sólo Sergio León probó a Rulli, pero la jugada estaba anulada por fuera de juego. Las hostilidades se desataron en los últimos 10 minutos. Entonces Gerard Moreno recibió un balón en el costado izquierdo y chutó con peligro en un esférico que se fue a córner. Tras el saque de esquina el delantero pudo marcar, de nuevo, pero el balón se fue fuera por poco. También pudo anotar Yeremi Pino, pero a su durísimo disparo intervino con acierto Asenjo. Eran minutos difíciles para los locales que, sin embargo, se quitaron un poco de presión casi al final de la primera parte con un disparo ajustado de Roque Mesa, desde la frontal del área, jugada a la que respondió el portero argentino del conjunto castellonense.

Como suele pasar en estos partidos, un gol desencadenó el encuentro. Y es que, nada más salir del vestuario, Yeremy Pino pudo marcar, pero su tiro se fue al lateral de la portería. Más suerte tuvo el canterano Jackson. El senegalés recibió un gran pase de Pino, Joaquín dejó pasar el balón pensando que el balón se iba por la línea de fondo, pero el punta apareció por detrás y empujó a bocajarro abriendo la lata. Los cambios del Real Valladolid mejoraron el panorama pucelano. Iván Sánchez se echó al equipo a la espalda e hizo intervenir por dos veces a Rulli, que se convirtió en el salvador amarillo. También Kike pudo marcar, pero se volvió a encontrar con el argentino. Y cuando el meta no llegaba, la falta de acierto de los puntas pucelanos le echaban una mano. Iván Sánchez le puso un balón mágico a Sekou que delante de la portería, con el meta batido, cabeceó fuera. Era la jugada del empate.

Pasado el chaparrón, los castellonense recuperaron el mando del partido con la entrada de Alex Baena que se convirtió en un jugador fundamental con dos golazos desde fuera del área en los últimos diez minutos que sentenciaron un partido en el que los locales no tuvieron acierto y los visitantes, sí.

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