Lisandro López, la súper figura del triunfo de Sarmiento ante Lanús: tres puntos de oro en Junín para los promedios de la Liga Profesional

 El delantero anotó los dos goles del 2-1 final

Dos remates de derecha, dos resoluciones rápidas y precisas, allí donde la mayoría se nubla: el área rival. Dos festejos más, para subir su cuota goleadora a 4 tantos en 11 partidos en la actual Liga Profesional. Y una ovación más del público que disfruta de tener semejante jugador en Junín así, de repente. Es que nadie en Sarmiento imaginaba un año atrás que semejante delantero iba a jugar en un equipo que tiene como objetivo central mantener la categoría.

El primer gol de Lisandro López

La contingencia lo acercó: estar cerca de la casa materna (Lisandro nació en Rafael Obligado, muy cerca de Junín) lo decidió a dejar Racing, allí donde es ídolo y alguna vez será estatua: 53 goles en 160 partidos y un título de liga lo erigieron. También en Lyon, donde Olympique le tiene un lugar destacado en la galería de ilustres, y en Porto, el club portugués en el que brilló y fue goleador a repetición.

Licha, cultor de un perfil bajísimo en toda su carrera, no tiene referencias a su carrera en las paredes de su casa. No quiere que Guadalupe, su hija, se deje llevar por trofeos ni fotos del padre señalándose la sien, típica de sus festejos. Quiere ser el papá, como cualquiera de los compañeritos de Guada. Y la pareja de Mechi, la mamá (hija de Víctor Blanco, presidente de Racing).

El segundo gol de Lisandro López

Cuando dejó el césped del estadio Eva Perón, Sarmiento ganaba 2-0. Iban 15 minutos del segundo tiempo, y se fue corriendo para que ingresara Javier Toledo. Entonces, la ovación volvió a bañarlo, como cada vez que entra a la cancha. Vivió el resto del partido con la campera puesta, sentado en el banco de suplentes, nervioso luego del descuento de Lanús, un bombazo de Aguirre que se desvió en Sauro ante de colarse en el arco local.

Al final, no sin algo de sufrimiento, Sarmiento celebró un triunfo que hace más valioso todavía el del domingo pasado ante River, cuando lo venció por primera vez en el Monumental. Es que en eso había hecho hincapié Israel Damonte, el DT: siempre es difícil ganar luego de un triunfo tan resonante. Cierta relajación suele ser traicionera. Pero este equipo no está para distracciones: necesita seguir sumando para escapar de la zona roja de los promedios. Por ahora, está afuera... Y, de tanto remar para quedar a flote, se entremezcla en la zona de clasificación a la Copa Sudamericana 2023. 

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