Lemar, cambio de rumbo

El francés se ha hecho con un hueco en el once del Cholo tras un verano en el que se especuló con su salida. . Ha completado una pretemporada notable y apunta a titular en Getafe.

Víctor Gómez
As
Thomas Lemar ha sido este verano uno de los nombres propios del Atlético de Madrid. El internacional francés era uno de los futbolistas que el club llegó a manejar para cuadrar las cuentas. Con buen mercado, un contrato hasta 2023 y tras un año en el que le lastraron las lesiones, mucho se habló de su posible salida. La falta de entendimiento entre las dos partes alargó un acuerdo que la dirección deportiva había tratado de alcanzar desde finales de 2021. El francés y su agente siempre manifestaron públicamente la voluntad del 11 atlético de continuar de rojiblanco, una intención que se concretó a finales de julio con una firma por la que el ex del Mónaco se rebajó un 50% su ficha. Pasó de cobrar siete netos a percibir tres y medio, y acabó ampliando su vínculo con el club, hasta 2027, sin mayores dificultades.

Con el futuro resuelto, al francés solo le quedaba luchar contra sí mismo por recuperar su mejor cara. El curso pasado, pese a acabar el ejercicio con 35 partidos en su haber (24 de titular y 11 desde el banquillo), le lastraron las lesiones. Hasta a cinco tuvo que sobreponerse el de Guadalupe. Le faltó continuidad y ha empezado esta campaña con la intención de recuperarla desde el inicio. Dicho y hecho. Ni un solo problema físico ha tenido el ex monegasco en toda la pretemporada. Como si de un de otro futbolista se tratase, Lemar ha resistido de forma estoica las dobles y triples sesiones del Profe Ortega. João, Cunha, De Paul, Lodi...muchos han ido cayendo con el paso de las semanas. No el francés.

Borrón y cuenta nueva

La dureza de la pretemporada no le ha afectado. Todo lo contrario. Parece haber sacado de él su mejor versión. En el primer test de la pretemporada, ante el Numancia, ya pidió sitio con un golazo desde la frontal, y en las pruebas sucesivas, exceptuando la del United, en la que se le vio más perdido, se lo acabó ganando a pulso. Lo hizo apoyándose, además de en sus principales virtudes: chispa, velocidad y desequilibrio, en una actitud que Simeone siempre ha valorado en él. Trabajo y ganas de reivindicarse nunca le han faltado. Sin embargo, este verano ha vuelto con algo tan importante como lo anterior, la cabeza limpia. Atrás quedaron los meses de incertidumbre y dudas. Este verano Thomas las ha transformado en certezas y Simeone lo ha sabido apreciar.

Pese a la enorme competencia, el argentino le ha logrado encontrar acomodo en el 11. El último partido de preparación, ante la Juve, fue la confirmación de que con él en el equipo el Atleti funciona y, pese a perder un par de balones comprometidos atrás, de medio campo hacia delante volvió a demostrar ser diferencial. Se complementa perfectamente con Koke, le aporta al centro del campo la fantasía que le falta al vallecano, y ve tapadas, con Llorente en el interior contrario, sus carencias defensivas. El Cholo lleva toda la semana incluyéndole en el teórico equipo titular, y el lunes partirá, previsiblemente, de inicio en El Coliseum. ¿Quién lo iba a decir hace un par de meses? Lemar se frota las manos.

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