Hallan una joya semipreciosa en Marte: cristal de olivino

El cristal de olivino es un mineral semiprecioso, habitualmente de tono verde claro, que se utiliza en artículos de joyería o en la siderurgia.

Rafael Gómez
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Un equipo de científicos de la misión Perseverance de la NASA ha recogido las primeras muestras de rocas marcianas alteradas por el agua que se podrían transportar hasta la Tierra, lo que supondría el primer paso para saber si el planeta rojo albergó alguna vez vida, según publican en la revista científica ‘Science’.

Las mismas proceden del suelo del cráter Jezero, que fue elegido como lugar de estudio porque cuenta con un gran delta fluvial que en su día desembocó en un antiguo lago. Además, un tiempo después, aún no especificado, se registraron elementos de vulcanismo.

Entre las rocas, se ha hallado un mineral semiprecioso: cristal de olivino. En el estudio se precisa que “las unidades geológicas del suelo del cráter Jezero son parte de una estratigrafía regional más amplia de rocas ricas en olivino, que se extiende mucho más allá del cráter”.

El cristal de olivino es una piedra semipreciosa. Su tono habitual es el verde claro y es común verla en artículos de joyería. El origen de esta roca es volcánico. De hecho, fue unos de los minerales que se encontraron durante la erupción de La Palma.

Entre las diversas utilidades del cristal de olivino destacan su aplicación a la metalurgia, su uso como fertilizante o su característica de indicador geológico.

Un indicio de vida en Marte

Al contrario de lo que esperaban los investigadores, no se han encontrado rocas sedimentarias sino “rocas ígneas, moderadamente alteradas por fluidos acuosos”. Las mismas “están formadas principalmente por olivino de grano grueso, similar a algunos meteoritos marcianos”, detalla el artículo.

Se trata de un descubrimiento muy importante debido a que puede ser un indicio de la existencia de vida en Marte hace miles de millones de años. Uno de los autores de la investigación, el español Juan Manuel Madariaga, ha señalado a Efe que “en este momento, este tipo de rocas y lo que contienen en su interior son unos buenísimos candidatos para albergar materia orgánica que pueda ser indicador de que hubo vida”.

Sin embargo, habrá que esperar para confirmar estas sospechas. El robot Perseverance selecciona las rocas para ser enviadas a la Tierra en una misión de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA). Pero la llegada de esas muestras se espera para el año 2033, cuando se analizarían en el laboratorio y se obtendría respuesta a este interrogante acerca de la vida en Marte.

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