Gimnasia avanza y sueña: venció a Godoy Cruz y quedó a un punto de la cima en la Liga Profesional
El Lobo se impuso por 2-0 al Tomba y está a un paso de Atlético Tucumán
Gimnasia cree en sí mismo y gana casi siempre. Esta vez su víctima fue Godoy Cruz, al que superó por 2-0 en La Plata con goles de Brahian Alemán, de penal, y el ingresado Nicolás Contín. El Lobo, que acumula tres triunfos en fila, alcanzó los 24 puntos y quedó a uno del puntero Atlético Tucumán en lo más alto de la Liga Profesional.
El resumen del triunfo de Gimnasia sobre Godoy Cruz
Para sumar estas tres nuevas unidades, el Tripero necesitó de un arduo trabajo. El segundo tanto, de hecho, llegó recién en el descuento; antes de ese alivio, hubo un encuentro disputado.
La primera mitad se jugó con intensidad. No se guardaron nada. Lo que faltó, en varios pasajes, fue precisión en ofensiva. Los dos avanzaron mucho, pero tanto al Lobo como al Tomba les costó hallar profundidad.
En ese marco de paridad, el conteo de llegadas de la etapa inicial terminó igualado. Dos situaciones de riesgo por lado. Godoy Cruz tuvo la apertura en los pies de Gianluca Ferrari que definió muy mal cuando se encontraba en la puerta del área chica y después elaboró una buena jugada colectiva que despejó Alemán cerca de su arco. Gimnasia, por su parte, dispuso de dos ocasiones muy claras: un cabezazo de Franco Soldano que pegó en uno de los ángulos y un mano a mano de Ramón Sosa que atajó Diego Rodríguez.
El 0-0 con el que se retiraron al entretiempo resultó justo y lógico. Compartieron virtudes (como la solidez y la dinámica) y un gran defecto (la dificultad para fabricar posibilidades de gol).
El segundo tiempo comenzó con la misma tónica: trámite parejo, con mucho ritmo y escasez de recursos en ataque. Hasta que apareció Ezequiel Bullaude que rompió el molde: el jugador de Godoy Cruz se construyó un cara a cara con Rodrigo Rey, pero el arquero del Lobo le ahogó el grito, con una intervención decisiva. El arquero de Gimnasia, como tantas veces, sostuvo a su equipo.
Y su equipo lo aprovechó. Unos minutos después, Ferrari la tocó con la mano en su área y Alemán canjeó el penal por gol. El N° 10 tripero le pegó firme, casi al medio y engañó al Ruso Rodríguez que voló a su izquierda. Con el 1-0 estalló el Bosque, una cancha que es fiesta para los hinchas y fortaleza para el conjunto de Pipo Gorosito (continúa invicto como local en el torneo).
En el tramo final, el Lobo siempre estuvo más cerca de ampliar la ventaja que el Tomba de empatarlo. Incluso antes del segundo tanto, Eric Ramírez contó con una chance nítida y no le acertó al arco. Godoy Cruz, en cambio, no supo cómo perforar a una defensa que siempre se mostró firme. Leonardo Morales sacó (casi) todo y los otros tres defensores lo acompañaron con rendimientos altos.
Es que Gimnasia es eso. Un conjunto que hace al todo. Sin figuras rutilantes y con un presupuesto humilde, el Tripero se convirtió en una máquina de sumar. Y en este colectivo que eleva las individualidades, aportan todos: como esta vez lo hizo Contín. El delantero, que hace poco se recuperó de una grave lesión (un esguince severo de la rodilla derecha, lesión del menisco externo y ruptura del ligamento cruzado anterior), entró en el segundo tiempo, como al reaparecer la fecha anterior ante Huracán, y puso el 2-0 en el descuento.
Fue el gol de la tranquilidad. Y de la locura. Las tribunas, de repente, se transformaron en un abrazo. Un abrazo inmenso. Un abrazo lleno de ilusión. Y Contín, después del partido, se emocionó hasta quedar al borde de las lágrimas en la entrevista con la TV: “Desde que me rompí que imaginaba la vuelta. No hay nada más lindo que hacer un gol acá, en mi casa”, contó.