El recuerdo ‘mortal’ del Bayern, el Inter y una cenicienta para el Barça
Grupo delicadísimo para los de Xavi Hernández. Otra vez el Bayern, que anda como una moto, como rival. El Inter apretará la pugna y el Plzen es un invitado de piedra.
Se repite duelo para el Barcelona con el recuerdo pesaroso del año pasado. Y el Bayern anda desatado. Sin rival en Alemania desde hace tanto tiempo, donde va a por su undécima Bundesliga consecutiva, ha empezado el curso de goleada en goleada y con la Supercopa como primera conquista. El balance resulta esclarecedor: lleva 20 goles en cuatro partidos. Entonces no es que sea un escollo delicado, es que ahora mismo solo pensar en el enfrentamiento provoca más que respeto. El adiós de Lewandowski, que volverá a su casa, por ahora no ha supuesto merma alguna en el campeón bávaro. Mané ha caído de pie (cuatro goles), Sané se reivindica y Musiala, baja en el último partido ante el Bochum, consagra su extraordinaria proyección. En su figura hay una estrella en ciernes. El Bayern es capaz de generar superioridades por dentro y por fuera y de encontrar continuos espacios entre líneas.
Nagelsmann también ha recapacitado y parece resuelto a resolver las carencias del Bayern a nivel defensivo. Obviamente, el ritmo tan alto en la presión y jugar con la línea tan adelantada siempre le va a acarrear alguna dificultad en distintos momentos. Pero Nagelsmann ha apartado, por ahora, el 1-3-4-2-1 que utilizó tantas veces el curso pasado y opta por un 1-4-2-3-1 más armónico. Kimmich, acompañado por Sabitzer hasta que vuelta Göretzka, es la bandera de la medular y Müller oficia con el ingenio ofensivo que le caracteriza. Atrás se asienta Lucas, el fichado De Ligt podría desbancar a Upamecano y Davies ha regresado al césped. Otros refuerzos como Mazraoui, Gravenberch y el prometedor Tel estiran el valor de su plantilla. En la fase de grupos el Bayern no acostumbra a dar cuartel. Es un adversario temible.
Estrella: Sadio Mané (30 años)
Inter
La dificultad que entraña el Inter, dado el bombo en el que estaba situado, le hacía el rival a evitar. Subcampeón en el Calcio, en sus dos últimas participaciones dejó buenas maneras en las fases de grupos contra el Madrid, pero por unas cosas u otras al final siempre caía. Nada que reprocharle cuando está el equipo blanco de por medio. Ahora mismo es el principal favorito para hacerse con el Scudetto en una Serie A más abierta que nunca, aunque no hizo una buena pretemporada y sus dos primeros partidos oficiales los ha resuelto de aquella forma, sobre todo el sufrido triunfo ante el Lecce. Pero este Inter juega de memoria, desde que estuvo Conte hasta que llegó Simone Inzaghi, que permanece en el banquillo.
En verano ha firmado el regreso de Lukaku y la llegada de Mkhitaryan, además de la compra final de Correa. Por
otra parte, salieron veteranos como Vidal, Vecino, Perisic y Alexis
Sánchez. Inzaghi conserva el sistema de tres centrales —Skriniar, De
Vrij y Bastoni, buenos todos— y carrileros y ha unido de nuevo a Lukaku y Lautaro arriba. Ambos forman una pareja demoledora
que se compenetra a la perfección. El Inter quiere atraer al rival
cuidando la salida desde atrás y equivocarle en la presión con el timón
de Brozovic y el dinamismo de Barella. Las rupturas del centrocampista
italiano siempre son dañinas. Por contra, frente al Lecce presentó
deficiencias para protegerse de los desmarques a la espalda de los
carrileros y hubo desatenciones entre líneas. A Inzaghi le atañe meterle
mano a estos desperfectos. El Inter se define por estas coordenadas y
el retorno de Lukaku puede impulsarle. Es un adversario de categoría
mayor que aprieta el grupo.
Estrella: Lukaku (29 años)
Viktoria Plzen
Por cuarta vez en su historia, el Viktoria Plzen intervendrá en la fase de grupos de la Champions. Ha llegado hasta ella tras un verano de previas en el que cada ronda le ha ido costando más. Contra el HJK finlandés no tuvo problemas, frente al Sheriff —el campeón moldavo que ganó al Madrid— se manejó con solidez y ante el Qarabag azerí se las vio tiesas para poder confirmar su presencia. Tuvo que remontar en la vuelta con los goles de Kopic y Kliment. De esta forma se apuntó a la Champions, después de recuperar el trono checo tras tres temporadas consecutivas ganando el Slavia de Praga.
Vio marchar en verano a su goleador, el francés Beauguel, rumbo a Arabia Saudí. Hasta ahora no ha notado su ausencia. Kliment, llegado del Wisla de Cracovia, y Chory han validado su utilidad. El Viktoria Plzen es un conjunto aguerrido, que se mueve entre el 1-4-3-3 y el 1-4-4-2 en función de si el planteamiento de Michael Bilek es más o menos conservador. Sykora es su comodín. Sale y entra del once, con Kliment y Chory como doble punta cuando se toca a rebato. Además de sus delanteros, sus jugadores más peligrosos son Kopic y Mosquera, que tienen a sus espaldas unos centrocampistas de una categoría medio-alta como Bucha y Kalvach. El fichaje de Jemelka ha dado un salto a su línea defensiva y Stanek es un portero que podría jugar en ligas superiores. Poco más se puede rescatar de un Viktoria Plzen que hará de la solidaridad colectiva y el orden defensivo sus estandartes para poder pasar con nota en una competición que le queda tan lejos de su nivel.