El Marsella vence a la heroica al Nantes y duerme colíder
Los de Tudor se llevaron los tres puntos en el tramo final con un gol en propia de Pallois tras haberse quedado con diez por la roja de Gigot.
En la primera titularidad de Alexis Sánchez, que ya tuvo minutos la semana pasada en el campo del Brest, el Marsella quería colocarse, junto al Lens, líder provisional de la Ligue 1. Tudor apenas hizo variaciones y, además de la del chileno, Veretout fue otra de las grandes novedades en el once titular del técnico croata. El Nantes, por su parte, salía con su clásico 5-4-2 que tantas veces ha competido contra los mejores equipos de la Ligue 1.
Alexis Sánchez tiene el talento suficiente como para erigirse como un príncipe en Marsella. En apenas diez minutos en su debut como titular, el delantero generó tres oportunidades claras, no paró de desarbolar, mediante sus rupturas al espacio, el repliegue del Nantes y sumó bastante en apoyos para descongestionar los ataques de su equipo. El OM fue muy superior en el tramo inicial, llegando a forzar las intervenciones de Lafont en varias ocasiones, aunque no fue capaz de ponerse con ventaja en el marcador.
El Nantes, claramente perjudicado por un mercado que deja más dudas que certezas, intentó aguantar a través del repliegue las embestidas del Marsella. Lafont evitó el 1-0 justo antes del descanso en una gran jugada colectiva de los de Tudor que terminó con un mal control de Nuno Tavares en el área pequeña y, justo en la última jugada del primer tiempo, Moses Simon rozó el 0-1, pero su disparo tocó en Gigot y acabó desviado.
Los partidos en el Vélodrome rozan, casi siempre, el óbito para el aficionado. Si la primera parte había sido bastante tranquila en líneas generales, la segunda fue frenética. Pau López evitó el 0-1 de Moses Simon con una parada imposible y, justo en la jugada siguiente, Mbemba aprovechaba una segunda jugada en un córner para marcar el 1-0. Con todo controlado, ni Tudor ni los aficionados del OM se podían imaginar el desenlace que estaba por venir en el sur de Francia.
En una jugada totalmente aislada, Gigot cometió un penalti absurdo sobre Mohamed. El exjugador del Spartak vio la tarjeta roja y Blas no perdonó desde los once metros. El partido, abocado al empate para desgracia del Marsella, se convirtió en una ruleta rusa en la que la bala la evitó el OM. Blas tuvo el 1-2 con un remate al larguero en la frontal justo antes del gol en propia puerta de Pallois, que desvió un centro de Luis Suárez con la cabeza y le dio alas a un OM que estaba al borde de la lona. Una victoria sufrida, pero al fin y al cabo tres puntos, que es lo que cuenta sin importar el cómo.