El Emirates baila a ritmo de samba
Habían pasado tan solo 15 minutos del arranque pero el portero argentino de los villanos ya había sacado la mano al potente disparo de Gabriel Jesus y había evitado el primero del conjunto local, con bastantes facilidades para encontrar espacios. Los delanteros de Arteta estaban entonados, Martinelli empezaba a trazar diagonales y fue, por fin, Gabriel Jesus el que abrió el marcador a la media hora de partido, exprimiendo el jugo de una jugada que partió de esa endiablada banda izquierda y fue rechazada por Martínez, para jolgorio de la grada del Emirates.
Era el tercer gol en cinco partidos del flamante fichaje del Arsenal, que buscó el cuarto de su cuenta particular con un remate acrobático justo antes del descanso, pero Tyrone Mings lo sacó sobre la línea. Y si no era el zaguero del Villa, de nuevo aparecía Martínez, que se rehizo de su error y le negó el 2-0 a Martinelli. También haría lo mismo, ya entrados en la segunda mitad, con Martin Odegaard, que poco después tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado y encendió todas las alarmas.
Pero antes de que el capitán del Arsenal se retirara, Douglas Luiz marcó de gol olímpico para hacer el 1-1 y dejar presa de las dudas al equipo de los cañoneros, aunque se repusieron tan pronto como Martinelli apareció por el perfil izquierdo, amagó, cambió de banda y Saka puso el pase de la muerte. El inglés lo vio claro, Martinelli tenía que rematar, y no falló. Por eso su equipo sigue siendo líder de la liga inglesa.