El día que los hinchas de Rosario Central frenaron la venta de la joya más flamante del club
La presión de los simpatizantes provocó que la comisión directiva deshiciera el acuerdo para transferir a Facundo Buonanotte a Brighton, de la Premier League; ahora, pretenden blindar a la estrella en US$ 20 millones
La irritación por la oferta, de 6 millones de dólares y una cifra similar en objetivos de dudoso cumplimiento, provocó el enojo y con las elecciones a la vuelta de la esquina los dirigentes, encabezados por el presidente interino Ricardo Carloni, deshicieron el acuerdo. Ajustar el contrato y elevar la cláusula de rescisión a 20 millones de dólares, esa que actualmente tiene un monto irrisorio de US$ 2 millones, la movida que desandará la comisión directiva, aunque el representante del futbolista, Roberto San Juan, despechado por la caída del pase, anunció que no firmará ningún papel con la actual conducción y advirtió que negociará en junio al juvenil, cuyo vínculo vence en diciembre de 2023.
El viernes Rosario Central recibirá a Talleres, de Córdoba, y el Gigante se iba a enseñar como una caja de resonancia frente al despojo. Una campaña irregular, la ausencia de refuerzos de jerarquía una vez más en el mercado de pases, la venta de Lautaro Blanco a Elche –el lateral se marchará en diciembre- y el clima político que ya envuelve a los canallas, un coctel inflamable que estallaría con la venta de Buonanotte.
¿Por qué el malcontento? Los motivos se acumularon: por un lado, la aparición de un documento privado que indica que si no se recibía una oferta fehaciente al 7 de julio de 2022 no se debía aceptar la oferta y el futbolista no tenía derecho a reclamar su traspaso. De esa manera, la cláusula de dos millones de dólares dejaba de tener validez. Pero el viernes pasado asomó Brighton, con una propuesta inicial de cuatro millones de euros y con el paso de los días, la cifra se incrementó. El representante San Juan viajó a España, y desde el club la contadora general Romina Baronti ajustaba detalles. La operación se realizaría con cinco millones de dólares iniciales, uno correspondiente a impuestos. Después, los objetivos que engordarían el monto: 650 mil dólares cada 10 partidos jugados, con un tope de tres millones de dólares y un millón más por la clasificación a un torneo europeo. Rosario Central se reservaría el 20% de plusvalía.
La filtración de los números fue combustible para los hinchas, que a la vez tomaban conocimiento de una oferta de Lugano, de Suiza, por el delantero Alejo Véliz. Alberto Fochi Moreno –socio de un ex vocal, que es hijo de un ex tesorero del club- acercó la propuesta, aunque fue catalogada de insuficiente: US$ 2 millones y uno más por objetivos. “El representante actuó equivocadamente, presionando para la venta. Cuando lo encuentro en el estadio de San Lorenzo [el sábado pasado], me reprochaba que él había hecho un esfuerzo muy importante para la venta de Véliz y que yo la había pedido llevarla adelante, porque se necesitaba dinero en el club. Para que salga Véliz, esa propuesta era insatisfactoria: 1.600.000 dólares y objetivos. Ahí [Gonzalo] Belloso [candidato de Raza Canalla para las elecciones del 30 de octubre] politiza, diciendo que queríamos vender a todos los jugadores y era mentira, era uno solo: Buonanotte. Todo para dejarme mal parado”, apuntó Carloni, el presidente interino, después de que Rodolfo Di Pollina se tomará licencia.
Entre la noche del lunes y la madrugada del martes la CD sesionó vía zoom para tratar la venta de Buonanotte y las diferencias entre aquellos que deseaban avanzar con la negociación y los que querían derribarla quedó de manifiesto. “Dije que no podía salir por menos de 10 o 15 millones de dólares y hubo una oferta cercana a esos números. Ahí decidimos enviar un emisario para llevar adelante la negociación y ver si se realizaba”, confió Carloni, acerca de los pasos de la novela. Pero durante el mediodía del martes se conoció un audio del presidente interino en el que llamaba a una conferencia de prensa, donde comunicaría que el jugador no sería vendido por el descontento que la transferencia provocaría en los hinchas.
“Fui elegido por los socios y el socio confía en mí, más allá de que estén enojados o no. Y si el socio y el hincha no lo quieren, porque veo que el 90 o 95 por ciento no quiere la venta de Buonanotte, yo no puedo tomar esa determinación, sobre todo sabiendo que en dos meses hay elecciones. No es ético. Voy a estar informando en conferencia de prensa que Buonanotte no se vende y que le voy poner una cláusula no menor de veinte millones de dólares para el club que se lo quiera llevar, porque es el jugador con mayor proyección en el fútbol argentino. Lo siento para quien me putee, pero no puedo ir en contra de lo que quiere el socio: quiero seguir disfrutándolo y los hinchas también lo quieren disfrutar”, expresaba la voz del dirigente que se hizo viral en las redes.
A esa altura, Buonanotte ya se había despedido en forma adelantada, porque recién viajaría tras finalizar el campeonato. “Me confirmaron la venta, estoy contento porque se dio y muy agradecido a Central, que es el club de mis amores. Es por el bien de mi familia y por el bien mío. Estoy en Central y voy a respetar al club hasta el último día. Al hincha le puedo decir gracias por todo el cariño y el apoyo que me dio”, le dijo el lunes a Cadena 3 Rosario. El futbolista se entrenó bajo las órdenes de Carlos Tevez en Arroyo Seco imaginando que serían los últimos juegos con la camiseta auriazul.
La contramarcha en la negociación hizo explotar al representante, que atacó a los dirigentes y expuso su enorme interés para cerrar el trato. “Hay poca seriedad. Le faltaron el respeto a un equipo de la Premier, porque estuvimos 15 horas en Madrid con la gente de Brighton. Los dirigentes no tuvieron personalidad y la oposición politizó todo esto. El número era excelente para todos: Facu iba a jugar en la Premier, salvaba económicamente a la familia y Central tenía entre 4 y 5 millones libres y otros seis por objetivos”, apuntó San Juan, un ex dirigente del club, hincha de Rosario Central y que en octubre de 2020 fue allanado en uno de los nueve procedimientos que se realizaron tras la detención de Andrés Pillín Bracamonte, el jefe de la barra brava de Rosario Central, en una causa por lavado de activos.
“Lógicamente que el representante estará enojado, pero Roberto [San Juan] es de la casa y es hincha de Rosario Central. Él cuida el bolsillo del jugador y nosotros el patrimonio de Rosario Central. Nos vamos a sentar y vamos a hacer un contrato de los mejores pagos del plantel y en cierta manera compensar, porque el jugador estaba ilusionado al igual que la familia. Pero tengo que defender el patrimonio y tengo que escuchar al socio y al hincha”, expresó Carloni en la conferencia de prensa, en la que señaló que elevarán el monto de la cláusula de rescisión a 20 millones de dólares.
El nuevo vínculo será un nuevo capítulo, porque San Juan no tiene interés de negociar. “Escuché que van a ponerle un nuevo contrato y 20 millones [de dólares] de cláusula y eso es una muestra de ignorancia. Nosotros no le vamos a firmar nada a Central. A esta dirigencia le queda poco tiempo”, fustigó el agente, que evaluó lo que pasará con el jugador: “Está muy mal, es hincha de Central como toda su familia y esto lo va a afectar psicológicamente”. La respuesta de Carloni pasó de amable a crítica: “Ellos no son los dueños del jugador, los representan. Central, los clubes, son los que tienen los derechos económicos y federativos. Y Central va a defenderlos, por más que haya presiones, amenazas”. Un discurso encendido, de campaña, aunque el oficialismo no determinó quién será su candidato, aunque es apenas un cuadro de la película: en ocho años de conducción, la actual gestión dilapidó 40 millones de dólares de venta de jugadores y más de un futbolista se marchó con el pase libre por las deudas contractuales acumuladas.
El viernes, Rosario Central jugará con Talleres, de Córdoba, por el campeonato. El hincha sonreirá porque retuvo a la joya, aunque posiblemente Buonanotte no sea parte del equipo. Las desprolijidades en la negociación existieron y el juvenil, de 17 años, fue rehén de una situación en la que dirigentes y representante pensaron en el dinero y se olvidaron en la persona. “¿Qué sería de un club sin el hincha? Una bolsa vacía. El hincha es el alma de los colores. Es el que no se ve, el que se da todo sin esperar nada. Eso es el hincha...”, decía con pasión Enrique Santos Discépolo en la película El Hincha, que cumplió 71 años y sigue vigente como cuando se estrenó.