El caso Rossi y la peligrosa receta del Consejo de Fútbol de Boca: imponer sin negociar
Para
Riquelme y su equipo de trabajo las cosas son como ellos dicen, o hay
consecuencias; se puede armar un equipo con los futbolistas con los que
tuvieron conflictos; tras el escándalo y la renovación
fallida, el
arquero sería titular el sábado ante Platense
Al no escuchar ni acceder al diálogo, en la mayoría de las situaciones de compra, venta o renovación se crea un desaconsejable clima de tensión que luego se decanta al campo de juego.
Ocurrió con Pol Fernandez, a quien el club decidió no utilizar durante sus dos últimos meses de contrato porque el jugador no aceptó las condiciones de compra que planteó Boca. También sucedió con Julio Buffarini (en otro comunicado, la entidad de la Ribera informó seis meses antes que el lateral derecho no seguiría). Con Cristian Pavón, que al apostar a la libertad de acción no fue tenido más en cuenta desde que comenzó este año. E incluso con Aaron Molinas, que desde que se negó a pasar a préstamo (como sugería el Consejo), perdió terreno en el equipo.
En realidad, se puede conformar un equipo entero de futbolistas que tuvieron roces en cada negociación, o algo así, con Riquelme y su equipo de trabajo: Rossi (Roffo); Julio Buffarini (Nahuel Molina), Carlos Izquierdoz, Gastón Ávila, Junior Alonso; Pol Fernández (Alexis Mac Allister), Iván Marcone, Carlos Tevez (Bebelo Reynoso); Cristian Pavón, Ramón Ábila y Eduardo Salvio. Una excepción es Agustín Almendra, quien directamente le dijo al Consejo que tenía decidido irse con el pase en su poder.
El escándalo mediático que se dio en las horas posteriores a la brevísima reunión entre Agustín Rossi, su representante, Juan Román Riquelme y parte de su equipo de trabajo, volvió a tener los mismos ingredientes. Todos alejados de una paz que Boca parece repeler constantemente desde hace muchos años.
Luego de que Boca descarte la opción de al menos leer la contraoferta que la gente que maneja la carrera del arquero quiso plantear a la muy generosa propuesta económica del club, todo estalló por los aires.
“No se cambia ni una coma de la propuesta inicial”, fue la respuesta de la gente que maneja el fútbol de Boca. Acto seguido, desde el Consejo dejaron trascender un escenario muy favorable. Desde distintos medios se repitió la misma frase: “Rossi pidió el doble de lo que le ofreció Boca”.
Como tampoco fue cierto que en aquella reunión previa al choque con Corinthians, los jugadores hayan preguntado qué premio económico les correspondía por perder, según pudo averiguar La Nación, esto también es falso. Básicamente porque la gente del Consejo no quiso ni leer la contraoferta. De haber accedido a ese punto, válido en cualquier negociación, hubieran podido notar que la distancia entre una parte y la otra no era tanta.
“Si habláramos de caramelos, la contraoferta no llegaba ni al envoltorio de un caramelito”, graficaron del lado de Rossi.
Ante esa jugada, la de plantear que el arquero pidió el doble de dinero de lo ofertado, fue que Miguel González, representante del guardavalla xeneize, hizo su gira mediática, que no ayudó en nada a las charlas, y hasta propuso hacer públicas oferta y contraoferta, para dirimir cuál de las dos partes mentía. Más allá de que desde Boca dejaron trascender que las negociaciones de renovación estaban terminadas, y hasta amagaron con sacar un extraño comunicado para anunciar que Rossi culminaría su relación con el club en junio de 2023.
Por esas horas también se dejó trascender que hasta era posible que el arquero no volviera a jugar hasta esa fecha, o bien hasta que fuera transferido. Aunque Boca también dijo que sólo lo liberaría si llegara una oferta que cubra la cláusula de rescisión, cercana a los US$ 18.000.000. Un escenario en el que el único que perdía era el club, debido a que cualquier chance de venta generará más ingresos que la chance concreta de que se vaya con el pase en su poder.
Sin embargo, como si todo hubiera sido parte de un mal sueño, ayer Rossi se entrenó con normalidad bajo las órdenes de Hugo Ibarra en el entrenamiento que realizó el plantel de Boca en Casa Amarilla. De no mediar imprevistos, será titular el sábado ante Platense, en la Bombonera.