El acuerdo roto entre Vélez y Talleres que desató la batalla
Las imágenes de violencia observadas en el Amalfitani durante el partido por la Copa Libertadores dejaron al descubierto varias situaciones controversiales que podrían hasta derivar en la clausura del estadio del Fortín.
Si bien todos observaron las imágenes de violencia que se presentaron en una de las plateas del Amalfitani, en otras de las tribunas había más hinchas de Talleres que en esa. La pregunta del millón, entonces, es por qué los incidentes se dieron en ese lugar específico. Para ello, lo primero que hay que saber es que la gente ubicada en ese sector tenía entradas de protocolo. Más precisamente, 350 tickets de protocolo. No eran hinchas que se habían hecho pasar por fanáticos de Vélez o que estaban infiltrados: eran miembros de comisión directiva, y allegados y familiares de los jugadores.
Lo segundo que hay que saber es que las barras de Vélez y Talleres mantienen una buena relación, al punto tal de que ambos grupos compartieron un asado en la previa del partido e incluso los líderes del grupo cordobés vieron el partido desde la popular junto a sus pares del Fortín. Y allí es donde llega la explicación final de la situación, la que determina por qué fueron agredidas las personas en la platea del estadio. No se trató de una "cacería" de infiltrados de Talleres en el Amalfitani.
Cuando las autoridades analizaron las imágenes de las cámaras del estadio junto a la gente de seguridad de Talleres, identificaron dos cuestiones. La primera, que en la platea no sólo había allegados de la gente de Talleres sino también dos integrantes de una de las facciones disidentes de la barra del conjunto cordobés. La segunda, que los barras de Talleres que estaban en la popular nunca fueron a defender a “su gente” cuando los de Vélez se disponían a agredir a los que estaban en la platea.
Ahora bien, ¿quién les otorgó las entradas de protocolo a los dos barras de Talleres que se encontraban en la platea? Cabe destacar que la dirigencia de Vélez fue la que otorgó esas entradas a sus pares de Talleres, tal como habían acordado, pero solo para miembros de la comisión directiva, y allegados y familiares de los jugadores.
Ahora, la situación judicial quedó en manos de la fiscal Celsa Ramírez, quien planea ir a fondo con la cuestión. La primera consecuencia, claro está, la sufren los hinchas de bien de Vélez, quienes ahora se verán impedidos de ir a Córdoba para la revancha, aún cuando algunas entradas para visitantes ya habían sido puestas en venta. Pero la consecuencia más importante, quizás, la podría sufrir Vélez. Es que la fiscal Ramírez está analizando la manera de que el Fortín no tenga únicamente que pagar una multa económica. En su cabeza ronda la idea de clausurar o todo el estadio o al menos el sector de los incidentes y la popular desde la que partieron los barras. Es que la fiscal ya viene llevando adelante varias causas que involucran al club de Liniers y entiende que hay cierta connivencia importante con la barra, como aquella situación que se vivió en pandemia con las fiestas en el sector de quinchos del club.