Cuestión de fondo: River y la obligación de ensamblar una defensa sólida y segura
El equipo de Marcelo Gallardo atraviesa un presente irregular del que todavía no puede salir
Ya sin Copa Libertadores y con la Liga Profesional y la Copa Argentina como objetivos del semestre, la obligación de River es volver a ser un equipo seguro, sólido y confiable. Y que pueda construirse de atrás para adelante como siempre lo ha hecho. Es que a lo largo de todo el año se han repetido falencias defensivas en la marca, el retroceso, el posicionamiento, la salida, la pelota parada y la concentración que le han costado muy caro. Sin ir más lejos, en los tres partidos más importantes del año se dieron errores puntuales en el fondo que le impidieron ganar: ante Boca (0-1) y Tigre (1-2) en la Copa de la Liga y frente a Vélez (0-1) en la Libertadores. Falló y perdió. Sin reacción.
Claro que no fue fácil para el entrenador poder sostener una base regular, especialmente en este semestre. En primer lugar, el inicio de la Liga coincidió con la última Fecha FIFA que obligó a David Martínez a perderse los primeros tres juegos por estar con Paraguay y a Paulo Díaz a ausentarse de los primeros cuatro partidos por ser convocado a Chile. Así, entre convocatorias, lesiones (Robert Rojas se fracturó en abril y recién volvería a jugar en septiembre), rotaciones y rendimientos irregulares, la dupla Díaz-Martínez, que se había consolidado y era indiscutida, este semestre solo jugó por la Liga en la victoria por 2-1 de la quinta fecha contra Lanús con Mammana y Elías Gómez en los laterales.
Y en segundo lugar porque, en medio de los vaivenes del equipo y sin poder consolidar un esquema, el DT nunca encontró respuestas constantes de ninguno de los nueve futbolistas a disposición. En el lateral derecho, tras no poder consolidar a Andrés Herrera y a Mammana por la lesión de Rojas, recién ahora empieza a aparecer Casco como una fija. En la zaga, ni Díaz ni Martínez -hoy desgarrado- sostuvieron su nivel y acumularon lesiones, mientras que Maidana (37 años) y Pinola (39 años) son cartas para momentos puntuales por su físico y González Pirez quedó muy relegado por marcados errores que lo expusieron. Así, Mammana sumó puntos en sus últimos partidos como primer central y Díaz respondió bien ante Independiente a su lado. En tanto, en el lateral izquierdo, Gómez, pese a su nivel cambiante, es la única alternativa ante la elección de Casco por la derecha.
Así, Gallardo utilizó 10 defensas en 12 partidos de la Liga Profesional, una por Copa Argentina y otras dos por Copa Libertadores. ¿Cuál es la única que repitió? Milton Casco en el lateral derecho, Emanuel Mammana y David Martínez en la zaga y Elías Gómez en el lateral izquierdo ante Gimnasia (1-0), Aldosivi (3-0) y Sarmiento (1-2). Después, siempre cambió.
¿Cómo fueron las otras defensas en la Liga? Mammana, Maidana, González Pirez y Gómez en el debut 0-0 contra Defensa y Justicia; Herrera, Maidana, González Pirez y Gómez en el 0-0 ante Atlético Tucumán; Mammana, González Pirez, Martínez y Gómez en la caída 1-0 con Colón; Herrera, González Pirez, Martínez y Gómez en el 5-1 a Unión; Herrera, Maidana, González Pirez y Gómez en la derrota 3-2 con Huracán; Mammana, Díaz, González Pirez y Casco en la caída 2-0 ante Godoy Cruz; Casco, Maidana, Pinola y Gómez en el 2-2 con Vélez; y Casco, Mammana, Díaz y Gómez en el 1-0 a Independiente.
Sumado a esas variantes, en la Copa Argentina dispuso a Casco, Maidana, Martínez y Gómez contra Barracas Central (3-0); y en la serie contra Vélez de los octavos de final de la Copa Libertadores eligió a Mammana, Díaz, Martínez y Casco en la ida y a Casco, Maidana, Díaz y Gómez en la vuelta. Tras ese partido, comenzó a consolidar a los laterales, que ya llevan seis partidos consecutivos como titulares.
Ahora, después del éxito en Avellaneda, y de cara al cruce del sábado ante Newell’s, todo parece indicar que podrá repetir la misma conformación: Casco, Mammana, Díaz y Gómez. “Somos un todo como equipo, cuando atacamos y cuando defendemos. Tenemos buenos jugadores y calidad humana, ahora necesitamos ajustarlo y conformar el mejor equipo posible, que se vuelva a sentir esa dinámica competitiva de equipo duro cuando ataca y también cuando defiende. Eso es trabajando en la semana y con resultados en los partidos. No hay que claudicar”, analizó Gallardo hace unos días tras caer con Sarmiento.
Afianzar una defensa es una misión central para River de cara a los tres meses de competencia que restan. Volver a ganar seguridad colectiva, recuperar confianza individual y que la figura de Franco Armani en el arco no tenga que ser tan decisiva para sostener el cero. Y este sábado en el Monumental volverá a tener una prueba de fuego. Necesita ganar y convencer para crecer.