Cuatro días de negociación secreta y un contrato a medida
Alonso ficha por Aston Martin a partir de 2023 con un acuerdo plurianual. De la renovación fallida de Vettel al fichaje del año.
Los últimos cuatro días en Budapest fueron frenéticos y Alonso jugó al despiste. Al llegar al circuito, jueves por la tarde, dijo que su “prioridad” era quedarse en Alpine, pero que “cualquier equipo con asientos libres” era “una opción”, y eso incluía a Aston Martin. Mientras tanto, los jefes de la firma francesa recalcaban que la continuidad de Fernando era prioritaria. Después de la carrera en Hungría, el propio Otmar Szafnauer aseguraba a este medio que seguían “hablando”, estaban “muy cerca”, “pequeños detalles”, “cuestión de tiempo” y “lo sabremos antes de Spa”. Desde este ‘hospitality’ parecía un trámite. Pero en el ‘motorhome’ de al lado, Lawrence Stroll, CEO del fabricante británico, sellaba el golpe perfecto.
Un anuncio para tambalear el paddock
AS ha consultado a fuentes cercanas a la negociación para obtener un relato cronológico de los hechos. La primera figura es Vettel. Le ofrecieron una renovación para una temporada, conscientes siempre de que el tetracampeón alemán barajaba continuar en el equipo o la retirada. No estaba seguro, lo consultó con su padre, mujer e hijos, tenía la oferta sobre la mesa y el miércoles por la noche comunicó a Stroll que abandonaría la Fórmula 1 a final de año. El anuncio no se hizo esperar, porque las filtraciones tienden a ser incómodas y la sorpresa podía levantar algunas costuras, despertar el interés oculto de algún piloto.
A partir de ahí, las opciones secundarias y realistas tenían peros para Aston Martin. Gasly o Magnussen, pilotos probados en la F1, están contratados al menos hasta 2024, por eso hubiera sido ideal un año más de Seb. Ricciardo era otra posibilidad. Hulkenberg es un buen reserva, piloto de test Pirelli, pero no era considerado como titular. Otros nombres que se pueden calificar como post-rookies, como Mick Schumacher o De Vries, nunca estuvieron sobre la mesa. Aston Martin, un equipo que acaba de fichar a ingenieros top como Dan Fallows, anterior jefe de aerodinámica de Red Bull; comandado por un histórico de McLaren como Martin Whitmarsh, a punto de culminar una fábrica vanguardista en Silverstone, la más avanzada en la actualidad, y con la empresa más valiosa del mundo, ‘Aramco’, entre sus patrocinadores… necesitaban una joya de la corona y el bicampeón español estaba disponible.
Contrato abierto para el bicampeón
Ya había habido pequeños contactos previos, para sondear el mercado en caso de necesitar un relevo para Vettel. Pero las negociaciones sucedieron en un visto y no visto en Hungría, de jueves a domingo. El acuerdo se alcanzó “muy rápido”, cuentan. Se trata de un contrato abierto de múltiples temporadas que mira exclusivamente a la Fórmula 1, no tiene derivaciones como futuro embajador de la marca ni otros destinos dorados, el único objeto es ser piloto de la máxima categoría. El anuncio se hizo a primera hora del lunes y pilló por sorpresa también a Alpine. Nada personal, solo negocios. El salario estimado ronda los 20 millones de euros. Con 41 años recién cumplidos, Alonso afronta el octavo cambio de equipo en el Gran Circo. Minardi (2001), Renault (2003-2005), McLaren (2007), Renault (2008-2009), Ferrari (2010-2014), McLaren (2015-2018) y Alpine (2021-2022). El único fin es volver a ganar.
El imperio de Stroll
Lawrence Stroll (Canadá, 63 años), magnate que hizo fortuna como importador en el sector textil, invirtió en su día en escuderías como Prema (F3 y F2) o Williams mientras su hijo Lance (23 años) progresaba como piloto de automovilismo. En 2018 adquirió Force India, que se renombró como Racing Point a partir de aquel año. En paralelo, lideró a un consorcio de empresas que adquirió un 16,7% de Aston Martin Lagonda, histórico fabricante de automóviles de lujo. Así cambió el nombre del equipo de carreras. Lance Stroll tiene un asiento garantizado en este esquema como piloto de pago, pero quienes conocen al multimillonario aseguran que entre sus ambiciones no está brindar un asiento cómodo al hijo, sino construir una escudería capaz de luchar por lo mejor en la Fórmula 1. Por ahora, el progreso no es constante: marchan novenos en el campeonato de constructores, aunque el coche puntúa habitualmente. Lo conseguirá, o no, pero ha elegido al piloto adecuado.