China practica una posible toma de Taiwán con ejercicios militares: “Ya están en nuestra puerta”
Un día después del viaje de Nancy Pelosi, el régimen chino inició maniobras. Parecen estar diseñadas como un ensayo para acordonar la isla
Los militares chinos calificaron las maniobras como el preludio de una mayor demostración de fuerza destinada a castigar a la isla por una visita de Pelosi que cuestionó las reivindicaciones de Pekín sobre Taiwán. Los ejercicios, que se acercan cada vez más a Taiwán y se espera que duren 72 horas, también darán a las fuerzas chinas una valiosa práctica en caso de que algún día se les ordene rodear y atacar la isla.
Pero las tensiones podrían aumentar peligrosamente, especialmente si algo sale mal.
El máximo dirigente chino, Xi Jinping, ha dicho que espera acabar unificando Taiwán y China mediante pasos pacíficos. Pero, al igual que sus predecesores, no ha descartado el uso de la fuerza, y el refuerzo militar de China ha llegado a un punto en el que algunos comandantes y analistas piensan que una invasión es un escenario cada vez más plausible, aunque todavía muy arriesgado.
Aunque sea poco probable, está dejando a la región en vilo.
El jueves, el gobierno japonés dijo que cinco misiles balísticos chinos habían caído en su zona económica exclusiva, la primera vez que algún misil aterrizaba en esas aguas. La zona se encuentra fuera de las aguas territoriales del país, por donde los barcos internacionales pueden transitar con libertad.
Otro misil, dijo el gobierno, aterrizó unos 80 kilómetros al noroeste de Yonaguni, una pequeña isla en el extremo sur de Japón y a poca distancia de Taiwán; el misil no cayó en la zona económica de Japón.
El gobierno japonés presentó una protesta diplomática ante el gobierno chino. “Se trata de un asunto grave que afecta a nuestra seguridad nacional y a la seguridad de la población”, declaró el ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi.
El miércoles, antes del incidente de los misiles, una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, dijo ante periodistas que Pekín no reconocía la zona de Japón.
“Dado que China y Japón no han demarcado un límite en las aguas relevantes, China no acepta la noción de una llamada ‘zona económica exclusiva japonesa’”, dijo Hua en respuesta a una pregunta sobre si el ejercicio militar de China afectaría esas aguas.
Las seis zonas para los ejercicios de China fueron elegidas por su importancia en una potencial campaña para acordonar Taiwán y repeler la intervención extranjera, dijo el mayor general Meng Xiangqing, profesor de estrategia en la Universidad Nacional de Defensa en Pekín, en una entrevista en la televisión china.
Una zona cubre la parte más angosta del Estrecho de Taiwán. Otras podrían emplearse para bloquear un puerto importante o atacar tres de las principales bases militares de Taiwán. Una de ellas, orientada al sur de Taiwán, “crea las condiciones para cerrar la puerta y golpear al perro”, dijo, empleado un dicho chino que se refiere a bloquear la ruta de escape de un enemigo.
“Todos pueden esperar y ver”, dijo el general Meng. “Es la primera vez que los militares realizarán una operación militar conjunta alrededor de toda la isla de Taiwán”, dijo. “Hay que decir que, aunque se trata de un ejercicio que se asemeja a un combate real, en cualquier momento puede convertirse en un combate real”.
“Aprovecha el impulso para rodear”, rezaba un eslogan usado por el Diario del Pueblo, el principal periódico del Partido Comunista Chino, al anunciar el inicio de los simulacros.
La difusión de propaganda beligerante de China, y el consiguiente aumento del sentimiento nacionalista, pueden presentar un buen momento para una nueva ofensiva para Xi, el líder del Partido Comunista. Su camino hacia un tercer mandato como líder en un congreso del partido a finales de este año se ha visto lastrado por un crecimiento económico vacilante, en gran medida causado por los brotes de COVID y la respuesta ferozmente estricta de Xi a ellos.
Xi tiene más que cuestiones de propaganda en juego. En los últimos ocho años, ha mejorado el Ejército Popular de Liberación, acelerando su transición a una serie de fuerzas avanzadas capaces de proyectar el poder chino, incluso sobre Taiwán. Los ejercicios podrían darle a sus comandantes una valiosa experiencia en operaciones conjuntas de fuerzas aéreas, navales y de misiles alrededor de la isla.
“Definitivamente van a usar esto como una excusa para hacer algo que los ayude a prepararse para una posible invasión”, dijo Oriana Skylar Mastro, quien forma parte del Instituto Freeman Spogli de Estudios Internacionales de la Universidad de Stanford que estudia el ejército de China y su potencial para atacar Taiwán.
“No se trata solo de los mensajes”, dijo. “Con el pretexto de la señalización, básicamente están tratando de probar su capacidad para realizar maniobras complejas que son necesarias para un asalto anfibio a Taiwán”.
No está claro hasta qué punto las fuerzas chinas se acercarán a Taiwán durante las maniobras, que están previstas que finalicen el domingo.
En una posible señal de lo que cabe esperar, el Mando del Teatro Oriental de China, que abarca Taiwán, dijo que estaba movilizando más de 100 aviones de combate, bombarderos y otras aeronaves, así como más de 10 destructores y fragatas, para “llevar a cabo operaciones conjuntas de cierre y control”.
Dos decenas de aviones militares chinos cruzaron brevemente la línea media en el Estrecho de Taiwán, un límite informal que los aviones chinos han cruzado pocas veces, dijo el Ministerio de Defensa de Taiwán.
El ejército chino también podría poner a prueba las respuestas de Taiwán al disparar en las aguas territoriales directamente frente a su costa. Tres de las zonas de ejercicio tienen esquinas que sobresalen en esas aguas.
“Esto indica que, dado que Taiwán es parte de China, no tiene una zona de 12 millas náuticas”, dijo William Overholt, investigador de la Harvard Kennedy School, refiriéndose al perímetro marítimo por el que Taiwán define sus aguas territoriales. “Taiwán tiene que defender su zona como un país independiente o ceder”.
China está tratando de reforzar su influencia sobre Taiwán al aumentar la disuasión tras la visita de Pelosi, quien elogió al pueblo de la isla por mantenerse fuerte frente a Pekín, dijeron varios analistas chinos.
“La tendencia de las fuerzas externas a explotar a Taiwán para contener a China se ha vuelto cada vez más clara”, dijo Wu Yongping, un profesor de la Universidad de Tsinghua en Pekín que estudia Taiwán, en respuestas escritas a nuestras preguntas. “El gobierno chino ha adoptado algunas operaciones militares sin precedentes en respuesta a esto”.
Una de las zonas de ejercicio designadas se encuentra frente a la costa oriental de Taiwán, en el punto más alejado de la China continental. Cuando China realizó ejercicios militares amenazantes frente a Taiwán durante una crisis hace 25 años, el Ejército Popular de Liberación (EPL) no fue tan lejos.
“Es un mensaje intencionado para destacar la mayor capacidad del EPL de proyectar poder más allá de la China continental, y es una señal visible de que China puede rodear la isla”, dijo Brian Hart, miembro del Proyecto de Poder de China en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “También complicará el tráfico hacia y alrededor de la isla desde todos los lados”.
La isla de Kinmen, que es controlada por Taiwán y está a poco más de nueve kilómetros de la costa china, informó que el miércoles por la noche sobrevolaron objetos voladores de origen poco claro, probablemente drones.
“No me preocupa la guerra, pero sí los accidentes”, dijo Cheng Yu-han, de 31 años, ingeniero en computación en Taipei, la capital de Taiwán. Estaba un poco nervioso cuando escuchó el sonido de los aviones que surcaban el cielo de Taipei esta mañana. “Espero que los taiwaneses puedan superar esta crisis con seguridad”, dijo.
Tras décadas de tensiones y varias crisis militares con China, muchos en Taiwán se han acostumbrado a las amenazas. Pero aunque esta vez China no tome las medidas más incendiarias, los expertos y funcionarios de la isla temen que las operaciones puedan desencadenar un incidente —una colisión en el mar o en el aire, o un misil mal disparado— que inflame las tensiones hasta convertirlas en una crisis total.
Los funcionarios de la Casa Blanca y del Pentágono han estado observando la situación de cerca sin explicar cómo podrían responder. Un servicio de vigilancia dirigido por el Instituto Naval de Estados Unidos informó el lunes que un grupo de ataque dirigido por el portaaviones USS Ronald Reagan estaba en el Mar de Filipinas, a cierta distancia al este de Taiwán, y que el USS Tripoli, un buque de asalto anfibio, también estaba en esa zona. El jueves no hubo anuncios sobre buques navales estadounidenses cerca de los ejercicios chinos.
“Antes, los comunistas chinos realizaban ejercicios militares a distancia, ahora se han convertido en cercanos”, dijo en una entrevista Chang Yan-ting, un subcomandante retirado de la fuerza aérea de Taiwán. “Ya están en nuestra puerta”.