Aldosivi sufre la falta de gol, ya que no pudo convertir en 10 de los 16 partidos
Empataron en un pobre partido en Santa Fe, por la Liga Profesional
El cotejo fue de los más aburridos de los últimos tiempos en el escenario tatengue. En general, con un período cada uno donde mostraron una leve superioridad en el control de la pelota, pero con tan pocas ideas que estaba cantado que podrían jugar un tercer tiempo que nada iba a cambiar.
El obligado a responder la expectativa de sus simpatizantes, tras un nuevo y ruidoso recibimiento era Unión. Pero esta versión actual del conjunto que conduce el uruguayo Munúa parece ser muy diferente a lo que asomó a comienzo del torneo, cuando asombró a muchos con la dinámica del juego directo y contundente. Hoy no es ni la sombra de aquel equipo, aunque intenta. Pero no concreta. Terminó con todos los delanteros que tiene: comenzó el paraguayo Junior Marabel, pero ingresaron Álvez, González y Peralta Bauer. Sin embargo, los que más cerca de Devecchi estuvieron fueron los defensores que buscaban el golpe de cabeza salvador.
Enfrente, Aldosivi no se guardó nada porque tampoco tiene mucho. Cauteruccio solo arriba, algo más asistido en el complemento, pero con la preocupación general de cortar circuitos del rival que agilizar los propios. No obstante, más por el quedo del tatengue que por iniciativa propia, el complemento le permitió al conjunto que orienta tácticamente Somoza estar más tiempo en terreno del adversario. Y con esas limitaciones se arregló para estar cerca de Mele.
Todo después de un comienzo plagado de imprecisiones, de poca consistencia ofensiva y demasiada preocupación por neutralizar posiciones, especialmente en la línea de los volantes. La responsabilidad estaba en el equipo local, no solo por lo que venía a buscar después de tres derrotas consecutivas y sin marcar goles, sino porque Aldosivi llegó a esta capital resuelto a hacer lo justo y necesario para no perder.
Hasta el primer cuarto de hora, el tatengue se mostró más decidido por el aporte de Luna Diale, Machuca y Junior Marabel. Pero Devecchi pasó eso, y lo que vino, con tranquilidad. Fue cuando el marplatense encontró un par de veces los espacios entre los centrales y Cauteruccio incomodó a Mele. Pero la insistencia se calmó y todo fue discreto.
Lo mejor del partido
A la buena voluntad de ambos le faltaron los argumentos técnicos que les permitiera concretar el resultado. Quizá, como los dos buscaron no perder, se olvidaron que podían ganar.