A Helsinki en minoría
Los blancos arrancarán en Finlandia el reto de ganar seis títulos en una temporada. El Eintracht mandará en las gradas de Helsinki: van 8.000 por 1.800 del Madrid.
Delante estará un Eintracht de Frankfurt que llegará mucho más rodado: ha jugado cuatro amistosos y dos partidos oficiales, mientras que el Madrid apenas ha disputado tres amistosos, aunque acabó su gira americana con grandes sensaciones tras batir por 2-0 a la Juventus. Eso sí, la batalla en las gradas está perdida de antemano: el Eintracht agotó las 8.000 entradas que la UEFA dispuso para cada equipo, mientras que el Madrid apenas solicitó 1.800. La UEFA (que se queda casi 5.000 para compromisos con patrocinadores del aforo total de 31.500) puso además otras 17.000 a la venta para el público general, que se agotaron rápidamente; es de esperar que buena parte de ese lote haya acabado en manos de hinchas del Eintracht, que el curso pasado ya demostraron su capacidad para moverse en masa por Europa, metiendo a más de 30.000 aficionados en el Camp Nou para la disputa de los cuartos de la Europa League.
No se juega solo el Madrid el honor y la posibilidad de arrancar el curso levantando una copa. También dinero: ambos equipos tienen garantizados 3,8 millones por su participación, a los que el ganador añadirá 1,3 más para un total de 5,1. Y todo ello en medio de un salto térmico al que el Eintracht estará mucho más adaptado: el Madrid pasará de los 37 grados de máxima de Madrid a 20 que están previstos a la hora del partido, con una humedad del 63%.
Un estadio olímpico... que casi no lo fue
El Estadio Olímpico de Helsinki arrancó su construcción en 1934 y la finalizó en 1938 con la esperanza de albergar los Juegos Olímpicos de 1940, que habían sido originalmente otorgados a Tokio, pero a los cuales la capital nipona tuvo que renunciar tras el estallido de la segunda guerra chino-japonesa (1937-1945). Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial obligó a la suspensión de esa edición y Helsinki tuvo que esperar hasta 1952 para ser sede de unos Juegos de verano, con su flamante estadio con capacidad para 70.000 espectadores; hoy, tras la última reforma efectuada entre 2016 y 2020, la casa habitual de la selección de Finlandia apenas puede acoger a la mitad (36.200) y el aforo para la Supercopa será de solo 31.500.
El estadio cuenta con una torre-mirador anexa de 72,71 metros de altura, en homenaje al triunfo del lanzador de jabalina finés Matti Järvinen en los Juegos Olímpicos de 1932 en Los Ángeles; con esa distancia estableció lo que en su momento fue récord olímpico, en una día de gloria para el deporte finés: la plata y el bronce fueron para Matti Sippala y Eino Penttilä, también finlandeses.
Además de actividades deportivas (fútbol aparte, ha acogido partidos de hockey sobre hielo y citas de atletismo), es habitual que reciba conciertos multitudinarios (han pasado por allí los Rolling Stones, U2, Dire Straits, Michael Jackson, Metallica...) y fue casa durante años de Bubi, un búho real que en 2007 paralizó durante diez minutos un duelo de clasificación para la Eurocopa 2008 entre Finlandia y Bélgica. Meses después, fue nombrado Ciudadano del Año.