Una noche para el Cabildo Abierto de la Bombonera, con jugadores bajo la lupa y un Consejo de Fútbol que buscará algo de tranquilidad
La salida de Izquierdoz, la capitanía que -pese a los rumores- seguirá en poder de Rojo, las decisiones del DT interino Ibarra y ¿cómo recibirá el hincha a Benedetto?
Boca necesita urgentemente los tres puntos ante Talleres, de Córdoba, al que enfrentará desde las 20.30, para despegar de la mitad de tabla de la Liga Profesional. No obstante, el desarrollo del encuentro pasará a ser secundario: qué mensaje dará la parcialidad antes, durante o después del partido se llevará la principal atención.
Los hinchas se enteraron que, al siguiente día del despido de la Libertadores, el Consejo de Fútbol –liderado por Juan Román Riquelme– destituyó a Sebastián Battaglia (en una estación de servicio) tras su declaración en la que expuso la necesidad de incorporaciones que aseguró haber pedido y que no le trajeron. Que antes de enfrentar al conjunto paulista se produjo una tensa reunión en la que el plantel se enfrentó al Consejo por un reclamo de premios. Que Carlos Izquierdoz –de repente– salía del equipo que enfrentaría a San Lorenzo por “decisiones futbolísticas” de Hugo Ibarra, el interino designado mientras se buscaba “el mejor DT para el mejor club del mundo”, como aseguró Jorge Bermúdez, pero que terminó siendo ratificado hasta diciembre, dos días después de que el equipo cayera (1-2) en Bajo Flores y mostrara una imagen desganada.
También vieron cómo Marcos Rojo, en ese escenario, se sacó la cinta de capitán al momento de su gol, la besó y se dirigió al banco de suplentes para abrazar a Izquierdoz: una clara muestra de apoyo y la ratificación de que el conflicto era real. Y cómo Darío Benedetto, que erró dos penales en la revancha frente al “Timão” (uno en los 90 minutos y otro en la tanda), aceptaba el último miércoles que “amagamos con no concentrar antes de aquel partido”. La sinceridad siempre se valora, pero en este caso generó bronca.
Por todo aquello, el viernes fue otro día agitado. Durante la madrugada, alguien colocó un pasacalle cerca de la entrada por la que los futbolistas se meten al Complejo Pompilio. Fue sacada rápidamente, pero la fotografiaron y se viralizó: “Jugadores, el mayor premio que tienen ustedes es vestir la camiseta de Boca… Y están en deuda”.
Por la tarde, Ibarra brindó una conferencia de prensa. Dentro de lo calmo que la transitó, dejó sobrevolando una respuesta referida al rumor del día acerca de que Rojo, luego de aquel abrazo a “Cali”, dejaría de portar la cinta: por estos días –y seguramente hasta fin de año– toda “decisión del DT” generará que la lupa esté puesta en el Consejo.
El exlateral derecho lo negó y ratificó al zaguero zurdo como el que llevará la capitanía. Eso sí, lo afirmó de una extraña manera: “El subcapitán, que es Marcos, la llevará como corresponde”. Entonces, ¿quién es el verdadero y principal capitán según su opinión? ¿El hombre al que “decidió” sacar? Si para él es otro del once titular, ya le hubiera dado la cinta. Y alguien suplente no es capitán…
Izquierdoz, que fue la cabeza del reclamo, ahora no fue incluido entre los convocados para enfrentar a los cordobeses: según el parte médico oficial, por una molestia en el tobillo.
El cierre de la semana también tuvo las novedades de que tanto Agustín Rossi como Sebastián Villa dieron la negativa (parcial) a la oferta de renovación de los contratos. El arquero, con un año más de contrato, pediría un número mayor al que le ofrecen, mientras que el colombiano tiene un vínculo hasta fines de 2024: aun cuando el tiempo sobró, a Riquelme y compañía no le han salido bien intentos similares. Recientemente, se fueron libres Cristian Pavón (forzado por él, a Atlético Mineiro), Eduardo Salvio (partió a Pumas, de México) y Eros Mancuso (prefirió a Estudiantes). Gastón Ávila, por el que se espera cerrar su venta a Bélgica, tampoco tiene un acuerdo para extender el contrato.
Boca vive habitualmente así de descontrolado. Por estos días, más. Y las tribunas, esta noche, pueden dar veredictos.