Un nuevo Max Verstappen: lo que aprendió tras ser campeón de la Fórmula 1, qué piensa de las estadísticas, qué lo preocupó del nuevo auto y por qué este campeonato puede ser más fácil
Menos a la defensiva ante la prensa, el neerlandés contó sensaciones personales y profesionales; “comprendí una cosa: cuando alguien es más rápido, no tiene sentido luchar como un loco”, dijo
La mutación dejó atrás al muchacho ante quien cada cruce de palabras parecía llevar a un portazo en la cara. Ahora, tener un encuentro casual con él está convirtiéndose en algo habitual, como sucede con el heptacampeón Lewis Hamilton, al que arrebató la corona de las manos en una temporada de muchas rispideces. Ya se deja ver el hombre calmo y capaz de no sólo aceptar una entrevista privada de 20 minutos, sino también, por ejemplo, de quedarse más allá del plazo establecido en las horas previas a un gran premio para extender una sesión de fotos con L’Equipe.
“Nunca soñé con esta corona. Por supuesto, la pensé varias veces, pero me parecía muy lejana, como si estuviera fuera de mi alcance. No diría que fue un sueño... [piensa unos segundos]. Más bien, un deseo. Durante todos estos años de aprendizaje me concentré en llegar a la Fórmula 1. Ése era el objetivo. Por eso, cuando me convertí en campeón no sabía qué esperar. No sabía lo que me haría. Fue muy bonito tener todos estos sentimientos que invaden en ese momento”, expresó Verstappen, que, no obstante, trabajó duro desde la época del karting para conseguirlo junto a su padre, Jos, también piloto. “Es el hombre que me puso en el camino de la F. 1, y eso es lo más importante”, agradece.
“No cambia mucho lo que viví estos últimos años. Mi historial como conductor creció y significa algo. Pero en mi vida privada, que no tiene nada que ver con la Fórmula 1, todo sigue igual. En los últimos años construí una vida que me gusta, aunque tenga que viajar mucho. No me hice piloto para hacerme famoso, y cuando estoy en casa me encanta quedarme allí. Con la familia y los amigos. No salgo mucho”, contó al diario francés.
Su campaña de 2021 había comenzado muy bien. La ilusión asomó temprano. Luego, se complicó. Llegó el suspenso. “La temporada pasada fue un poco una montaña rusa. Empecé bien; tomé una buena ventaja que se esfumó al final del año. Así que no tuve tiempo para pensar en el título. Estaba muy concentrado en la carrera que tenía por delante. Había mucha presión por conseguir el mejor resultado posible. Va a sonar a frase hecha, pero me gustó mucho el «carrera tras carrera»”, narró.
A siete años de su debut en la categoría, Max acumula ya 27 victorias, la misma cantidad que el escocés Jackie Stewart. “Es una locura ese tipo de estadísticas. Hay que ponerlas en contexto. Hoy en día se compite en más de veinte grandes premios por año, así que si uno tiene un buen auto es más fácil escalar en las estadísticas. Estoy muy orgulloso de que mi nombre figure entre estos grandes pilotos. Sólo tengo 24 años, no está mal, ¿verdad? Pero todavía quiero más”, sostuvo. “El 1 es el número más bonito de un coche. Yo quiero mantenerlo el mayor tiempo posible. No está totalmente en mis manos porque se necesita un auto competitivo. Diría que tengo suerte, por el momento”, amplió el neerlandés, con una sonrisa.
Este año, sin embargo, comenzó con una preocupación para él. “Hubo un cambio reglamentario, y estuvimos librando una batalla hasta el final por el título en 2021. Existía la posibilidad de que nos equivocáramos. Así que durante las pruebas de Barcelona y Bahréin estuve pensando en ello. Mientras el Red Bull estuviera bien...”, recordó el campeón. El cambio no resultó sólo para los autos. “La conducción de estos coches es muy diferente a la de antes. Tuvimos que cambiar muchas cosas, sobre todo porque el nuestro era muy pesado. No fue fácil arrancar en estas condiciones”, señaló.
En lo personal, el título de campeón le dio sabiduría. “Sigo queriendo conseguir muchos puntos en cada carrera, pero debo admitir que comprendí una cosa: cuando alguien es más rápido que uno, no tiene sentido luchar como un loco. En especial porque con estos nuevos vehículos la defensa es menos fácil. Es más fácil seguir y atacar. Así que me digo que tendré otras oportunidades”, reconoció Verstappen. Y agregó: “¿Se me ve más sereno? Me siento más relajado con todo, pero cuando estoy al volante, sigo queriendo ganar”.
La presión está. No es la misma para todos. “Para mí, este año puede ser más fácil. Pero Charles [Leclerc] también quiere ganar el campeonato. Su apetito es el mismo: cuando uno está en el auto y la victoria es posible, ¡se lanza por ella!”, comparó. Hamilton puso sobre la mesa a menudo el año pasado el tema de saber gestionar la posibilidad de ser campeón por primera vez. MadMax abordó la cuestión: “No creo en eso, porque no cambié mi enfoque por más que tengo un título. El año pasado, si fui agresivo, fue porque los coches eran difíciles de seguir y si se presentaba la oportunidad, había que ir a por ella. Este año es diferente”, explicó.
En 2022 cambió su principal rival. Mercedes cedió su protagonismo y Ferrari es el que se subió a la discusión. “Son de otro color, simplemente...”, sonrió. “Me gusta mucho el respeto mutuo de este año entre los pilotos y los equipos. Por supuesto que todos queremos ganar y cuando perdemos nos sentimos decepcionados, pero siento que este campeonato da buenas vibraciones. Es bueno que otros equipos estén luchando en la cima, que esto cambie un poco”, valoró la figura de Red Bull.
Que tiene en Leclerc a un viejo adversario y el máximo de esta temporada. “Nos conocemos desde hace mucho y somos muy parecidos en la lucha. Sabemos ir al límite, ya lo hemos hecho. Y no sólo en el karting... En 2019 tuvimos nuestras batallas en Austria [Verstappen ganó y Leclerc fue 2º] y en Silverstone [el monegasco llegó 3º, y el neerlandés, 5º]. Y este año, en Austria, me ha encantado el primer tramo”, ejemplificó el monarca.
Para Max, cada rival es un mundo. “Cambio mi enfoque para cada conductor, porque cada uno se defiende de manera diferente. Debo tener confianza en sobrepasar a todos si quiero superarlos. Si uno no tiene esa confianza, se arriesga a tener un accidente y es mejor no ir”, completó el campeón, que pretende seguir dejando su huella aunque asuma los desafíos de otra manera.