Tras cinco días de protestas, el Ejército de Sudán dejará el gobierno en manos de civiles
Lo anunció el general Abdel Fatah al Burhan, que dirige el país desde el golpe del 25 de octubre. El jueves fue la jornada de manifestaciones más mortífera del año: hubo nueve fallecidos
Durante un mensaje televisado, el jefe del ejército y máximo dirigente del Consejo Soberano (la principal autoridad del país) anunció que “el ejército ya no participará en el diálogo” nacional auspiciado por la ONU y la Unión Africana (UA), y dejará que los civiles formen un “gobierno de personalidades competentes”.
Asimismo anunció que “después de la formación de un gobierno que se ocupe de los asuntos, disolveremos el Consejo Soberano y formaremos un Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas”, que también incluirá a los paramilitares y que pasará a estar a cargo únicamente de las cuestiones de “defensa y seguridad”.
El Consejo Soberano, la máxima autoridad de transición en Sudán, había sido formado en 2019 tras la “revolución” que condujo a la destitución del dictador Omar al Bashir, que llevaba treinta años en el poder.
Tras ello, se formó un gobierno de transición que incluía a civiles y militares y que estaba dirigido por el economista Abdalá Hamdok. Pero el 25 de octubre de 2021, el golpe liderado por el general Burhan puso fin a la frágil repartición de poderes.
Los civiles fueron apartados del Consejo Soberano y del gobierno y el poder quedó en manos de los militares y de sus aliados paramilitares o exrebeldes armados.
El movimiento prodemocracia había perdido fuelle hace unos meses pero pareció recuperarlo el pasado jueves, cuando la represión de las fuerzas de seguridad, que disparó con fuego real, provocó nueve fallecidos, según los médicos prodemocracia, quienes calculan que desde octubre murieron 114 manifestantes.
“Un mes, un año, o dos
La represión del jueves, la jornada de protestas más mortífera de 2022, desencadenó un movimiento espontáneo, afirman varios manifestantes a la agencia AFP.
Desde el viernes, los manifestantes se organizaron en tres sentadas en la capital, Jartum, y en los barrios de Omdurman (noroeste) y en Jartum Norte (noreste) ya que las fuerzas de seguridad bloqueaban los puentes que unen el centro con el resto de barrios de la periferia.
El lunes, un manifestante que no quiso dar su nombre afirmó que las sentadas durarían “hasta que caiga el régimen (...) aunque eso lleve un mes, un año, o dos”.
Hasta ahora, las Fuerzas de la Libertad y el Cambio (FLC), que encabezaron la revuelta que derrocó a Omar al Bashir, y el partido Umma (el más antiguo del país), boicotearon el diálogo nacional.
“No tenemos interlocutor”, repetían sus dirigentes, mientras que los manifestantes y los comités de resistencia afirmaban que no querían discutir si no te terminaba antes con la represión y se liberaba a los detenidos.
El mensaje televisado de Abdel Fatah al Burhan este lunes supone un giro en los acontecimientos.
Las Fuerzas de la Libertad y el Cambio (FLC) afirmaron a la AFP que iban a reunirse este lunes después del anuncio de Burhan para decidir el camino a seguir.
Mientras tanto, sigue siendo una incógnita la reacción de la movilización en la calle, que desde antes del golpe de octubre entona el mismo eslogan, “Ni acuerdo, ni negociación” con los generales, a los que acusan de traicionar a los civiles.