Tchouameni: kilómetro cero
El francés, al que Ancelotti ya prueba acompañando a Modric y Kroos, se estrenará en el Clásico para empezar a darle problemas a Casemiro. Su despliegue físico impone.
A diferencia de Camavinga, cuyo estilo es más dinámico y anárquico que posicional, Tchouameni sí parece mejor armado para hacer esa transición, porque en el Mónaco no siempre era el ancla del equipo del Principado. No fue óbice para con todo y con eso ser el tercer más recuperador de la Ligue1 la pasada campaña. Pero si nos ceñimos a 2021 como año natural, fue el mejor de las cinco grandes Ligas con 450 recuperaciones de balón y también el que más intercepciones consiguió (139). Por algo en el Mónaco le apodaron El Muro. Una habilidad defensiva que el Madrid pretende refinar primero y explotar después a largo plazo.
En estas primeras dos semanas de pretemporada está empezando a dejarlo ver. Muy pegado siempre a su compañero Camavinga y empezando a hacer piña con Alaba y Rüdiger, a Tchouameni le toca ahora mostrar en la súper élite ese poderío que mostró en un peldaño menos, en Francia. Empezando por el Clásico de este sábado en Las Vegas, que será su puesta de largo con el 16 a la espalda.
Dentro del Madrid se confía en la sapiencia de Ancelotti. “El ejemplo es lo que hizo Carlo con el primer año de Camavinga”, dicen en la entidad. La temporada pasada supo lidiar con los problemas iniciales del impetuoso centrocampista, que se pasaba de revoluciones mientras reajustaba el chip de ser el líder en Rennes al más joven y último en llegar en el Madrid. Tchouameni deberá recorrer un camino mental similar, porque parte de la casilla de salida como opción suplente cuando en el Mónaco lo jugaba todo. La temporada pasada fue el futbolista de campo más utilizado en el equipo monegasco con 340 minutos más que el siguiente y también fue el primero del ránking en el Principado en la 2020-21, su primer curso en la élite. Entre ambos, un total de 7.644 minutos. Mucha presencia y galones, cualidades que por el momento atesora Casemiro. Pero a diferencia de años anteriores, cuando Kroos regateaba la misión de ser su sustituto cuando había una emergencia y ninguno del resto (Valverde, Camavinga, Modric, Ceballos...) terminaba de dar el papel de tapón por delante de los centrales, ahora Case sí tiene un competidor natural. Y está empezando como la mecha encendida.