Saludos para Román, que nos está viendo
En una conferencia desprolija, berreta e improvisada, Boca presentó a Ibarra como interino. Ameal ni estaba al tanto. Riquelme no apareció.
Sabía Cicotelli, también, que debía ratificar los motivos de la conferencia porque había gente que lo desconocía. A eso de la 10 de la mañana, cuando se anunció, ninguno de los cronistas que cubren el día a día del club sabía el motivo ni quiénes hablarían (comunicación de última generación: conferencia sorpresa). No sólo los periodistas lo desconocían: Jorge Amor Ameal mandó a averiguar quién la había convocado y para qué. Pero no es tan inusual que el presidente no tenga idea de lo que está pasando en el club. Tan improvisada fue la rueda de prensa, tan berreta, que Cicotelli no pudo ponerse de acuerdo con Ameal y se la hizo cerrar dos veces. El bueno de Jorge ya les había agradecido a los medios cuando el modisto/moderador/tallerista permitió una última pregunta y le hizo repetir el cierre al presidente, que ya no tenía mucho más para decir (y eso que había dicho poquito, eh).
Boca deberá replantearse seriamente su realidad sin tregua. Son tantas las cosas que pasan por día que no queda lugar en los medios para hablar de otra cosa. No se le puede dedicar tiempo a la crisis de River (cuatro partidos sin ganar), a su eliminación de la Libertadores a manos de un equipo casi casi de salita celeste (o verde, según de qué lado del aborto se esté), a lo bien que eligió Gallardo a su refuerzo para la defensa (González Pírez, maliciosamente llamado Constantes Pifies), a lo beneficiosa que fue la llegada de Aliendro y del Colo Beltrán desde Colón, al escandaloso arbitraje de Lamolina que perjudicó a Godoy Cruz, al rostro desfigurado de Gallardo cuando le decía "pelotudo" al propio Lamolina, a la suspensión de su conferencia de prensa. Nada, no se puede hablar de nada porque Boca siempre copa la parada.
Y, la verdad, hacen bien los medios en cubrir a Boca porque es una máquina de generar noticias, análisis, reflexiones, lecturas de todo tipo. También es un excelente test para medir el grado de atención con el que se sigue el desarrollo de los hechos o con el que se escucha a los oradores. Y hasta para pasar el detector de mentiras. Veamos algunas frases.
Ameal, sobre el nuevo trío conductor de la Primera: "Todos conocen quiénes son, todos campeones del mundo". No, Jorge: les está colgando a Tito Pompei y al Tano Gracián medallas que no tienen.
Bermúdez sobre la designación: "Estamos convencidos ahora, como estábamos convencidos cuando fuimos a buscar a la Reserva a Battaglia. Salió campeón dos veces y como entrenador cumplió". ¿Y si estaban tan conformes por qué lo echaron?
Ibarra, sobre la salida de Izquierdoz: "Fue una decisión técnica, para eso soy entrenador. Creí que era lo mejor para el equipo". Hay que revisar quién le dio el título de técnico al Negro.
Ibarra, sobre los tiempos en el club: "Boca no espera". Bermúdez, sobre los tiempos en el club: "Nos queremos tomar el tiempo necesario y justo para la mejor decisión". Tic tac, tic tac.
Bermúdez, sobre la elección del nuevo DT: "No nos queremos equivocar". Ah, ¿antes se equivocaron?
Ameal, sobre Ibarra y sus ayudantes: "Son técnicos, no son técnicos alternos". Cuando dice "alternos", en realidad quiere decir "interinos". Pero... es hasta diciembre nomás, mientras buscan al técnico definitivo. Son interinos, entonces.
Bermúdez, sobre la designación de Ibarra: "El club queda en las mejores manos". ¿Y entonces para qué buscan otras?
Ameal, sobre lo que viene: "El sábado los esperamos para alentar a nuestro equipo y a nuestro cuerpo técnico". ¿Desde cuándo hay que convocar al hincha de Boca? ¿Hay dudas sobre si la gente va a alentar?
Fin del relato. Comienzo de la realidad.
La relación con el plantel está rota. Aparte del episodio Rojo-Izquierdoz, el Consejo acusa a Fabra de buscar que lo echaran (se hizo amonestar) y si todavía no se cargó a Benedetto después de la arenga es porque fue el hombre al que trajeron como figura para ganar la Libertadores. El hermano del Pipa, en una publicación en redes, le pegó a Román. Salvio se puso del lado del capitán Izquierdoz. Almendra, en cambio, se paró en la vereda del Consejo, que lo protegió y lo devolverá a Primera como premio a haber boludeado a Battaglia (así de importantes son el respeto y la educación).
Ibarra fue designado para evitar especulaciones de nombres que igual seguirán, pero también porque aún no tienen al técnico cerrado (¿Beccacece?). Y más importante que todo eso: fue un mensaje interno para el plantel. Para que todos sepan que el Consejo es el que manda, el que impone, el que decide y el que no admite rebeliones. Para más detalles, preguntar por Carlos Izquierdoz.
El cuerpo técnico se fue armando sobre la marcha. La dupla de la Reserva era Ibarra-Serna. Después, Chicho pasó al Consejo y fue reemplazado por Gracián. En reemplazo de Battaglia, en la Primera, fueron designados Ibarra-Gracián acompañados por Herrón, que ya había estado con Russo y con Battaglia (ninguno lo pidió; imposición del Consejo). Finalmente, Herrón salió rumbo a la Reserva (lo secundará Morel Rodríguez) y la dupla Ibarra-Gracián será acompañada por Tito Pompei, alguien que ya tiene experiencia como DT interino de Primera. Algunos creen que es desprolijo (¿les parece?), que son demasiados cambios... Ningún cambio, señores. En cualquier caso, en todos los casos, dirige el Consejo de Fútbol con Riquelme a la cabeza.
¡Uy, Riquelme! ¡Cierto que estaba Riquelme en Boca! En la conferencia de prensa, no apareció. Mandó al Patrón -un empleado- a poner la cara. Y a Ameal, que no sabía ni a qué iba y que tiene cero poder de decisión en el fútbol. El presidente se acordó de Román en un momento. "Seguro que nos está viendo", dijo. ¿Quién sabe? Por ahí estaba hablando con Rial.