River y una inversión de 35 millones de dólares en un año y medio: de mirar al futuro a buscar soluciones inmediatas, cómo cambió la estrategia para incorporar jugadores
El difícil semestre del conjunto de Marcelo Gallardo lleva a poner sus últimas incorporaciones bajo la lupa
Una de las constantes de Gallardo a lo largo de sus ocho años en Núñez ha sido su ambición en el mercado de pases. En sus primeros cinco años a cargo del equipo cerró un total de 40 refuerzos, con éxitos rotundos como los casos de Pity Martínez, Milton Casco, Lucas Alario y Nacho Fernández, adquiridos del medio local, y Enzo Pérez, Nicolás de la Cruz, Rafael Santos Borré, Juan Fernando Quintero, Franco Armani y Lucas Pratto, llegados desde el exterior, que conformaron la base del equipo campeón de la Copa Libertadores en 2018. Y antes de aquel logro formaron parte del recambio del primer River exitoso de Gallardo, campeón de la Sudamericana en 2014 y la Libertadores en 2015.
La inversión tuvo un pequeño impasse en 2019 y 2020, período en el que llegaron solo 5 jugadores (aunque Paulo Díaz y Matías Suárez también se convirtieron en piezas clave del plantel), a partir de 2021 el conjunto Millonario volvió a realizar grandes gastos, con un total de 18 llegadas en el último año y medio. Tres de ellas, Rodrigo Aliendro, Lucas Beltrán y Miguel Borja, se dieron incluso en la actual ventana, mientras que se acerca la finalización del acuerdo por un decimonoveno fichaje, Pablo César Solari.
No obstante, la última seguidilla de incorporaciones responde a una lógica diferente de la política que el club tendió a seguir en los primeros años del Muñeco. Salvo contadas excepciones en puestos específicos, como el arco y la punta del ataque, la mayoría de los jugadores que arribaron a Núñez entre 2014 y 2019 no fueron titulares inmediatamente, y su entrada al primer equipo se dio como consecuencia de una venta importante y luego de alrededor de un año de adaptación. Así fueron, por ejemplo, las experiencias de Pity Martínez, Fernández, de la Cruz, Borré y Marcelo Saracchi (que, a su vez, luego sería vendido a RB Leipzig). Esa estrategia cambió a partir del año pasado, en que la Banda comenzó a apostar por futbolistas que pudieran rendir de inmediato en el equipo titular.
“La dirigencia supo materializar los deseos y necesidades de Gallardo, y creo que hubieron casos muy destacados”, valora Matías Barreiro, vocal opositor del club, sobre esta etapa de refuerzos. “Hay momentos en donde podés buscar inversiones que reditúen a futuro tanto en lo futbolístico como en lo económico, tal como podría ser el caso Solari”, reflexiona por su parte Matías Patanian, actual vicepresidente del club. “Hay otros en los que buscás actualidad y tal vez inmediatez, tales los casos como Pinola, Scocco, Enzo Pérez en 2017, Pratto en 2018 o Borja y Aliendro en este mercado”, compara el dirigente.
Existe una motivación detrás de este cambio de andar. A partir de 2020 River comenzó a concretar múltiples ventas de jugadores titulares en el equipo, y el margen de prueba para los fichajes se hizo cada vez más breve. En particular, Héctor David Martínez (repescado de Defensa y Justicia, adonde había salido luego de sumar escaso rodaje en River) y Jonatan Maidana (libre) llegaron como resultado de la salida de Lucas Martínez Quarta a Fiorentina; José Paradela (US$1,7 millones) y Agustín Palavecino (un total de US$3,5 millones) firmaron poco antes de que se fueran Nacho Fernández y Juanfer Quintero; Alex Vigo (US$2 millones más el préstamo de Cristian Ferreira a Colón) y luego Marcelo Herrera (US$2,5 millones) buscaron suplantar la ausencia de Gonzalo Montiel, vendido a Sevilla; y Tomás Pochettino (préstamo) y Esequiel Barco (préstamo por US$4,4 millones) arribaron luego de la baja de Jorge Carrascal.
Tiempo atrás también había partido Exequiel Palacios a Bayer Leverkusen, una pieza vital del mediocampo, la línea en la que River más invirtió. “A principio de año y en vistas a lo apretado que iba a ser el calendario, buscamos tener más alternativas a las que ya tenía el equipo campeón de Liga de 2021″, explica Patanian acerca de cómo se reforzó el equipo en lo que va del año.
Es aún muy temprano para evaluar el rendimiento de los refuerzos que llegaron este año, pero sí es oportuno aseverar que a la mayoría de los arribos de 2021 les ha costado incorporarse del todo al equipo. Vigo y Fontana debieron salir a préstamo a Independiente y Defensa y Justicia respectivamente luego de totalizar apenas 1500 minutos entre los dos durante el año pasado. Romero tuvo un período de gracia durante 2021, en el que marcó 12 goles en 23 partidos, pero apenas encontró la red tres veces en lo que va de este curso. Los minutos de Paradela fueron bajando a tal punto que suma menos de 600 minutos en 2022, mientras que Palavecino también se cayó del equipo titular en relación a su campaña de campeón de la Liga Profesional 2021, en la que tuvo un rol muy destacado. Solo Martínez mantiene aún el lugar que se ganó desde que regresó al club donde hizo inferiores, aunque en los últimos partidos también perdió algo de terreno.
Las llegadas de Rodrigo Aliendro y Miguel Borja continúan la tendencia de River en los últimos años: son jugadores ya probados en el fútbol latinoamericano con poco valor de reventa que, como alude Patanian, vienen como reemplazos directos de dos grandes ventas del club de Núñez, como Enzo Fernández y Julián Álvarez. Aliendro ya tomó el espacio en el equipo titular del futuro volante de Benfica, mientras se espera que el colombiano, que por US$7 millones se convirtió en el segundo futbolista más caro del ciclo Gallardo (solo lo superan los casi US$13 millones que se pagó a San Pablo por Lucas Pratto), sea el reemplazo directo del ahora delantero de Manchester City.
Es una estrategia de mercado que le ha costado al club una cifra cercana a los US$35 millones en el último año y medio, y que claramente tiene ventajas, como la de afrontar múltiples competiciones, pero que hasta el momento le ha arrojado resultados mixtos al DT. En particular, Barreiro expresa una cierta decepción sobre las circunstancias en las que ciertos futbolistas dejaron el club durante este período: “El déficit es no haber hecho el esfuerzo para mantener el plantel. No olvidemos la cantidad de jugadores que se fueron libres o fueron mal negociados”.
River además recaudó alrededor de 90 millones de dólares desde 2020 hasta la fecha, incluyendo las ventas de Martínez Quarta, Nacho Fernández, Alexander Barboza, Quintero, Montiel, Santiago Sosa, Carrascal, Álvarez y Enzo Fernández, pero en ese lapso también salieron libres jugadores como Ignacio Scocco, Camilo Mayada, Santos Borré y Fabrizio Angileri.
Barreiro también opina que los refuerzos de esta ventana son los adecuados, pero no llegaron en el momento que los necesitaba el equipo: “Pareciera que la dirigencia hubiese especulado y los refuerzos llegaron tarde, sin margen para adaptarse al plantel o bien después de la participación en la Copa Libertadores”. Aún así, sus expectativas son altas: “Aliendro demostró su calidad en los últimos partidos y sabemos que tanto Solari como Borja son grandes jugadores. Hoy la tarea más difícil es reemplazar a Julián Álvarez, por eso confiamos en la capacidad goleadora de Borja. Ojalá nos regale muchas alegrías”.